La ruptura de la CGT es un hecho: 1108 congresales reeligieron este juevea a Hugo Moyano al frente de la central obrera en el microestadio de Ferro. Al acto acudieron más de la mitad de los congresales cegetista pero buena parte de los dirigentes gremiales no forman parte del encuentro. El camionero,  acompañado por el líder sindical de YPF, Guillermo Pereyra dio un discurso de cierre con críticas al gobierno nacional.

"Si no hay respuesta del gobierno tendremos que repensar los votos del año que viene. La respuesta de los trabajadores tiene que ser en las urnas", lanzó el dirigente.

"Se ha apretado tanto a las organizaciones gremiales que algunas, que no aguantan el saco cuando hace calor, no pudieron venir", acusó el camionero y añadió: "Jamás en la historia, ni con gobiernos militares, trató de incidir el gobierno en las organizaciones gremiales".

Además, Moyano aprovechó para elogiar a Scioli. "Aprovecho esta oportunidad para solidarizarme con los compañeros de la provincia de Buenos Aires que están reclamando legítimamente. Nosotros sabemos bien por qué no cobran. Se la agarran con el gobernador y es el gobierno nacional el que no le envía el dinero en tiempo y forma", lanzó.

"No entiendo por qué se empecinan tanto con los que decimos lo que corresponde en defensa de los trabajadores. En vez de buscar soluciones con el diálogo buscan la confrontación con los dirigentes, pero siempre perjudican a los trabajadores", agregó.

La elección

Según el oficialismo, se reunieron en el congreso extraordinario 1108 congresales de los 1600. Si bien la mayoría respaldó al líder camionero, la sangría de sindicatos fue importante.

Antes del comienzo de la sesión, el congreso votó aprobar el ingreso a la central de 47 nuevos gremios, que sumaron 207 congresales habilitados para votar en la elección.

Divididos

Del otro lado quedaron los sectores denominados como "Gordos", "independientes" y de ex aliados del camionero, que resolvieron organizar sus propios comicios para el 3 de octubre.

Este jueves, Moyano estuvo acompañado por su propio sindicato de camioneros, además de los peones rurales, bancarios, judiciales, municipales, canillitas, dragado y balizamiento, cárnicos, panaderos, motoqueros y guincheros, entre otros.

Sin embargo, el moyanismo sufrió bajas de último momento. La dirección nacional de la Unión Ferroviaria se reunió el miércoles por la mañana y resolvió no participar del congreso para fomentar "la unidad del movimiento obrero".

Tres escribanos y un equipo de abogados fueron los encargados de dejar todo por escrito bajo "la buena fe" ante "la falta de inspectores oficiales". "Esta información es la que el Ministerio de Trabajo como la nueva CGT de Antonio Caló saldrán a ocultar una vez finalizado esta cumbre gremial", agregó.

Con este congreso, quedó formalizada la ruptura entre el sector de Moyano y el encabezado por el metalúrgico Antonio Caló, a lo que se suma además la fracción de la CGT Azul y Blanca del gastronómico Luis Barrionuevo.