Que no hay dos sin tres quedó confirmado con el caso de Miguel Ángel Russo. Es que el DT del 4 a 0 y abandono, ese que revoleó el saco y se compró para siempre a la hinchada de Central, aterrizó en Arroyito por tercera vez en su larga carrera de entrenador. Y lo hizo quizás en el momento más complicado, cuando el equipo está anclado en zona de Promoción y hay muchas más cosas por perder que por ganar.

Este lunes por la mañana, en el nuevo predio de Arroyo Seco, comenzará el tercer ciclo del flamante técnico de la Academia, que viene de una traumática salida de San Lorenzo. El DT, que sonó para reemplazar a Basile en la Selección y que observó en La Plata el empate ante Gimnasia, tendrá la complicada misión de que uno de los dos grandes del interior se quede en la máxima categoría del fútbol argentino, y a eso aspirará desde que hoy inicie los entrenamientos.

Tras la décima fecha del Clausura, el Canalla quedó a cinco puntos de distancia de Racing, que con su victoria ante Banfield es el último que hoy se estaría salvando de todo riesgo. La igualdad del elenco que comandó Cuffaro Russo en el Bosque parecía un buen punto (y lo es si se analiza el trámite del juego), pero a la luz de los demás resultados que se dieron a la postre, no sirvió demasiado. Todos los de abajo sumaron al menos una unidad y los de Caruso y San Martín, este último rival por el descenso directo, obtuvieron sendas victorias, lo que complicó el presente auriazul.

Los márgenes se achican. Quedan aún 27 puntos en juego que empezarán a disputarse el próximo fin de semana, con Miguel Ángel Russo como capitán del barco y nada menos que frente a Boca. El DT de la amplia sonrisa comenzará este lunes a diagramar el partido del domingo a las 17.10, para el que no podría contar aún con Pablo Álvarez ni con Diego Braghieri, ambos con lesiones musculares y recién con chances de reaparecer la otra semana ante Gimnasia de Jujuy. El resto del plantel estaría en condiciones de jugar. Miguel... manos a la obra.