Pedro Robledo

Luego del comienzo con "Somos parte de lo mismo" y Algo está sucediendo", Sandra Mihanovich saludó con emoción en un Auditorio Fundación que lucía con aceptable cantidad de público.

Para iniciar la muestra del disco, eligió "Estoy aquí" y "Mi bendición", una bellísima obra de Juan Luis Guerra.

Hecha la propuesta de transitar el disco y las canciones de siempre, la cantante propuso ponerle onda a la alta temperatura y cedió el centro de la escena a representantes del Concejo Municipal.

El titular de Ceremonial y Protocolo del Cuerpo Legislativo, leyó en el escenario los considerandos del decreto 38325, por el cual se la nombró Visitante Distinguida de Rosario. El proyecto fue iniciativa de la concejala Laura Bertotto de Weskamp, de Unión Pro Federal, quien se hizo presente para entregarle a la artista una copia del decreto, un diploma, una plaqueta recordatoria y un presente floral.

En el breve acto, se le reconoció a Sandra su trayectoria y sus actos solidarios, significando un cálido tributo al cual se sumó un aplauso sostenido.

Para levantar el ritmo del show luego del grato momento, reflotó "Me contaron que bajo el asfalto", en tono festivo.
El público rosarino tiene fama de exigente y la confirmó en este show. Luego de aplaudirla mucho, alguien le marcó que en "Bésame" alteró el orden de la letra. Lejos de ofenderse, Sandra aceptó la observación con un "me gusta que sean así".

De su amiga cubana Marisela Verena, incluyó "Recicla", una canción con sonido caribeño a la que pidió atención porque la considera "muy útil" y cuya letra propone aplicar remedios naturales y ecológicos como forma de salir adelante en las relaciones que se complican.

Reiterando lo manifestado en los medios, reclamó en el escenario por la concientación acerca de la necesidad de la donación de órganos. Y, para apoyar el reclamo, presentó un video en el que habitantes de todo el mundo, en todos los idiomas, afirman con convicción "soy donante".

Luego de recordar "Mil veces lloro", volvió a pedir atención a las imágenes. Allí, mientras sonaba "O Leaozinho" (de Caetano Veloso, incluido en el nuevo disco), se vio un compilado de imágenes de bebé de su ahijada con sus padres.
Estaba anunciada una sorpresa y llegó el momento. Trajo de la mano al escenario a Marilina Ross y juntas cantaron "Puerto Pollensa", una canción emblema de la homosexualidad femenina en tiempos en los que aún no hacía pública su condición.

Marilina se quedó para versionar con Sandra algunos éxitos como "Danza", "Yo te canto" y "Quiéreme...tengo frío", logrando un clima intimista.

Después de "Pasos al costado", que cierra el disco y lo cantó con Sol Mihanovich (corista, también ahijada suya y nieta de Mónica), la memoria le volvió a flaquear. En el comienzo y en un tramo central se olvidó la letra de "Música que eleva las almas", pero la gente la animó y la ayudó a resolver el momento con un cálido aplauso.

Incluyó también "Vuelvo a estar con vos", "Es la vida que me alcanza" y subió la intensidad con "Soy lo que soy", otro himno donde vuelve a ratificar su militancia por la diversidad.

Para los bises eligió "Todo me recuerda a ti", además de "Honrar la vida" y "María, María", donde volvió a ingresar Marilina Ross.

En todo momento reconoció la tarea de la muy buena banda, en la que se destacaron el guitarrista rosarino Nicolás "Mu" Sánchez, el percusionista también rosarino Juancho Perone y la corista rafaelina Natalia Pellegrinet, todos bajo la dirección musical del pianista Alejandro Devries.

En el final se la notó feliz. Demostró que puede abordar con la misma solvencia géneros tan disímiles como balada, jazz, blues y rock.