Las autoridades municipales de la ciudad de Santa Fe hicieron un balance positivo del primer fin de semana con emergencia nocturna. Los boliches de la capital provincial debieron ajustar su actividad a las normas vigentes y unos 7500 jóvenes ingresaron a los distintos locales bailables habilitados en los horarios estipulados.

Personal del municipio santafesino y de la policía realizaron un operativo de control y no se registraron inconvenientes. Sólo se clausuró un local donde se vendían bebidas alcohólicas a menores de edad y se labraron diversas actas de infracción a bares y wiskerías. 

La policía controló que no hubiera consumo de alcohol en la vía pública mientras el municipio se encargó que no haya expendio de bebidas en kioscos y el resto de los lugares después de las 5 de la mañana.

Los locales de actividades bailables abrieron sus puertas a la medianoche y permitieron el ingreso de los jóvenes hasta las 3 como está dispuesto según la ordenanza aprobada esta semana. Además, se constató que las barras de los locales bailables suspendan la venta de alcohol después de las 5 de la mañana.