Algunos números comienzan a reflejar un freno en la actividad económica que aún no se traduce en bajón. Eso ocurrió con la recaudación de la provincia vía impuestos propios, que subió en junio de forma leve con respecto a mayo aunque ingresos brutos -que se vincula con el movimiento de bienes y servicios- retrocedió en el mismo lapso.

Según adelantó la periodista de Radio 2 en Santa Fe, Ivana Fux, la masa de impuestos provinciales representó 767 millones de pesos para las arcas, unos 14 millones más que los 753 millones de mayo. Es decir, casi un 2 por ciento de aumento.

En cambio, el tributo que suele mirarse para analizar el comportamiento de la actividad económica, ingresos brutos, retrocedió de 548 millones de pesos en mayo a 540 millones en junio. Se trata también de una variación intermensual mínima pero que puede profundizarse en la curva anual.

Ese impuesto significó el 70 por ciento de todo lo recaudado, mientras que el inmobiliario (uno de los tributos que el gobiernó busca aumentar a través de la reforma en la Legislatura) sólo representó un 5 por ciento.

En todo el semestre, la recaudación sumó 4200 millones de pesos, sin contar la coparticipación que debe llegar de la Nación y otros ingresos.