La concejala radical, María Eugenia Schmuck, felicitó el “valiente” accionar de la Dirección de Inspección municipal que anoche clausuró un “emblema de la prostitución”. Reveló que desde que asumió en 2011 son muchas las denuncias recibidas sobre el Palacio Berlusconi y sostuvo que el operativo conducido por Gregorio Ramírez desnudó y confirmó la estrecha relación entre la trata de personas y el narcotráfico. Insistió en la necesidad de prohibir los clubes nocturnos
En diálogo con Roberto Caferra (Radiópolis, Radio 2), la edila celebró la “osada” decisión de cerrar el reconocido sexy bar rosarino. “No esperábamos menos”, admitió Schmuck quien indicó que desde que trabaja en el Palacio Vasallo, fueron cerca de 50 las denuncias contra el Berlusconi.
Además, apuntó que sus dueños poseen otros establecimientos del mismo rubro sin habilitación donde también se ejerce la prostitución, actividad prohibida por la ley nacional de profilaxis desde hace cien años.
De este modo, llamó la atención sobre la importancia de cerrar este tipo de locales y a tales efectos se remitió a un proyecto de su autoría para hacer extensiva en Rosario, una legislación provincial en el mismo sentido. En dicho marco, planteó la relevancia de erradicar la figura de la “alternadora o alternador”, que a su entender, es un mero “disfraz” para encubrir la explotación sexual. “Todos sabemos que esa figura no existe, es una parodia”, recalcó.
Para Schmuck, más allá de cualquier tipo de opinión personal sobre “el oficio más viejo del mundo”, no se puede ir contra una ley nacional. “No podemos mirar para el costado porque tengamos una concepción diferente”, disparó.
No obstante, aclaró que respeta la voluntad de quien quiera trabajar de su cuerpo, como las meretrices, pero aseguró que su deber es hacer cumplir la ley y presentar alternativas ya que no cree que el sometimiento sexual sea la primera opción para aquellas mujeres que no tienen con qué alimentar a sus hijos.

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