Una pareja de novios se dio el "sí quiero" a las puertas del Central Park de Nueva York para protestar contra los carruajes de caballos en los que los turistas visitan el mítico parque y con los que, a su juicio, se maltrata a esos animales.

Los estadounidenses Kelly Respess y Paul Kercheval, miembros de la organización Personas por la Ética en el Trato a los Animales (Peta), contrajeron matrimonio ante una de las entradas del pulmón verde de Nueva York donde normalmente se dan cita los numerosos conductores de esos carruajes para ofrecer sus "románticos" paseos.

Con ese gesto, "los novios quieren llamar la atención sobre un problema que afecta a Nueva York y otras ciudades del mundo, donde se trata con crueldad a los caballos que se ven obligados a trabajar largas horas en malas condiciones", explicó una de las portavoces de la conocida organización, Virginia Fort.

"La pareja sabe que otros novios utilizan estos carruajes al casarse, así que quieren mandarles un mensaje para que no conviertan su día especial en un día lleno de sufrimiento para un caballo", añadió Fort, quien recordó que muchas ciudades del mundo, como París, Londres, Toronto y Pekín, han prohibido estos carruajes.

La portavoz explicó que "cada año numerosos caballos son víctimas e incluso mueren en accidentes en los que también sufren los pasajeros, los conductores e incluso los viandantes", y recordó que los caballos penan "terriblemente" con las temperaturas extremas del invierno y el verano, con las que se ven obligados a trabajar.

La pareja que se casó hoy optó por utilizar un automóvil clásico de 1936, el Ford Phaeton, para llegar al lugar del enlace y realizar el posterior paseo, ya que son unos automóviles "muy parecidos a los que algunos empresarios neoyorquinos y grupos de protección de animales proponen que se utilicen desde ahora", dijo Fort.

"Se trata de carruajes sin caballos, porque son vehículos descapotables y de estilo clásico, cuyos modelos funcionan con electricidad, y que serían muy buena solución para que los caballos dejen de sufrir sobre el asfalto de la Gran Manzana", añadió la portavoz de Peta.

Son numerosas las quejas que en los últimos años se han emitido en contra de los carruajes en Nueva York, donde incluso se ha alertado de que los animales cuentan con poca agua, escasas sombras y desagües en su jornada laboral, y de que sus propietarios no están sujetos a suficientes inspecciones.

Las autoridades locales, sin embargo, insisten en que el bienestar de estos animales está garantizado e impulsan para ello revisiones y campañas periódicas en las que revisan las condiciones en las que se encuentran los caballos.

Fuente: EFE