Una pareja que tenía treinta y cinco años de matrimonio se divorció y argumentó que las causas de romper el vínculo tuvo que ver con las diferencias políticas entre ambos. Según expresaron, una de las partes se adhirió con fervor al kirchnerismo y la otra no. "Nos separó el kirchnerismo, aunque a usted le parezca mentira", sentenció Raúl, un docente de Tandil, al diario El Día.
Teresa, su ex pareja, es una bibliotecaria que abrazó al kirchnerismo, lo que comenzó a generar fuertes cruces. "Si bien es cierto que nunca conciliamos del todo, matizábamos las diferencias con humor.
Los problemas comenzaron hace diez años, en 2003, desde que se inició el gobierno de Néstor Kirchner. Sin embargo, nunca imaginaron que las complicaciones maritales irían en aumento de la mano de la continuación del modelo político nacional.
"Fue un proceso lento. Teresa se fue fanatizando con Cristina (Kirchner)", al mismo tiempo que él se iba fastidiando.
"Lo peor es que al final ya discutíamos por cualquier cosa, pero lo más triste es que el mejor momento de la familia se arruinaba sin remedio. A la noche cuando nos sentábamos a cenar ella quería ver 678 y yo a A dos voces", recordó.
En ese sentido, el docente contó: "Primero compartimos el control remoto, en las tandas mirábamos un rato cada uno. Hasta que inevitablemente terminábamos a los insultos".
"Al final yo terminaba comiendo en la pieza, sentado en la cama mirando el otro televisor. ¿Qué pareja puede aguantar así?", dijo.
En tanto, las diferencias políticas continuaron en aumento y la vida conyugal cada vez resultó más difícil de sostener, según el testimonio del hombre. "Lo peor de todo es que yo toda la vida leí Clarín y de un día para otro a la señora se le antojó que ese diario nunca más iba a entrar en nuestra casa", contó.
Además, el docente indicó que "el colmo" fue cuando ella le dijo: "Elegí, o Magnetto o yo".
Pero el final de la pareja aún no había llegado. El punto límite lo vivieron cuando Jorge Lanata regresó a la televisión con PPT. "Eso fue el acabose, sobre todo para Teresa", señaló.
Luego de una charla, reconocieron que no podían seguir viviendo juntos. Él se mudó a un departamento y ella se quedó en la casa, ambos lejos de aquellas discusiones políticas pero también del matrimonio como lo habían soñado.