Las dificultades de convivencia en el ámbito escolar no son nuevas, pero desde hace un tiempo tomó impulso una iniciativa propuesta por la Defensoría del Pueblo de Santa Fe que propuso generar dentro de las escuelas una instancia de mediación protagonizada por los mismos alumnos.

En el caso concreto del Complejo Educativo Los Arrayanes, ubicado en Riobamba 1152, el Programa de Mediación entre pares, fue una idea conjunta de la Defensoría y del colegio, que se pondrá en marcha luego de más de un año de capacitación de toda esa comunidad educativa.

“Es la primera experiencia de este tipo llevada a cabo en una escuela privada de la provincia de Santa Fe (la otra se está gestando en el Complejo Educativo Dr. Francisco de Gurruchaga, de gestión pública), y lo innovador de la experiencia es que permite que los mismos alumnos sean los gerenciadores de la solución a los conflictos que se produzcan entre compañeros, actuando como verdaderos pacificadores sociales dentro del ámbito escolar”, explicó a Rosario3.com, Víctor Jaef, director del Centro de Mediación ´Pablo Benetti Aprosio´ que funciona en la Sede Rosario de la Defensoría del Pueblo provincial.

“El resultado de la etapa formativa fue muy gratificante –afirmó Jaef– porque se inscribieron voluntariamente 22 chicos del nivel primario (6° grado) y 22 de la secundaria (3° y 4° años), cuando lo normal es que apenas se anoten 6 ó 7 alumnos en total”, y agregó que el programa se pondrá en funcionamiento con el apoyo de directivos y docentes durante el horario de clases. El monitoreo del trabajo mediador lo hará el mismo colegio y la supervisión general estará a cargo de la Defensoría.

Otra nota para destacar –según señalan desde la Defensoría– está relacionada con los docentes que se inscribieron para ser parte de la experiencia ya que, además de la profesora de Ciencias Sociales y el gabinete psicopedagógico, que son los directamente relacionados con el tema “resolución de conflictos entre pares”, también se ofrecieron docentes de Inglés y Matemática.

“Los problemas a encarar desde el comienzo en el colegio, son los mismos que se producen en todas las escuelas –básicamente problemas comunes de convivencia– apuntó Jaef, pero señaló otros conflictos comunes en las escuelas en general como son: agresión verbal y física, marginación, discriminación y el fenómeno conocido como bulling (la situación en que algunos alumnos intimidan y humillan a otros compañeros que son más débiles o vulnerables).

En tanto, la titular de la Defensoría, Liliana Meotto resaltó “el gran trabajo realizado por los mediadores y capacitadores de esa institución, y dijo que confía en que “esta experiencia, por medio de la cual estos chicos comenzarán a transitar el camino de la cultura de la paz”, pueda multiplicarse hasta alcanzar a toda la sociedad”. "Lo novedoso, sintetizó Jaef, es que se deja de lado la sanción como primera medida en el abordaje del conflicto", resaltó Jaef.

Del acto en el que se consagrará a los primeros mediadores escolares, participarán además, representantes de los gobiernos provincial y municipal, y directivos de distintas escuelas de la ciudad de Rosario.

Breve historia de la mediación en las escuelas

La mediación en el ámbito educativo se comenzó a aplicar en la década del 90 como una herramienta útil para mejorar la comunicación, el clima escolar, la formación integral del alumno y la preservación de las relaciones. En la actualidad, hay interesantes experiencias a nivel local que demuestran cómo esta clase de trabajo ayuda a solucionar conflictos entre pares.

Con ese objetivo, el Centro de Mediación y Resolución de Conflictos Pablo Benetti Aprosio comenzó a funcionar en la ciudad en julio de 1995, y se constituyó en el primer centro de mediación comunitaria del país, dedicado a mediar en la resolución de conflictos no sólo en el ámbito escolar.

Las dificultades de convivencia entre los diferentes integrantes de la comunidad educativa de cada colegio muestran en pequeña escala lo que ocurre en la sociedad en su conjunto. Por eso, la finalidad es formar mediadores dentro de las escuelas, no sólo en los cursos más avanzados, sino a partir del primer grado de la primaria.

Si bien estas experiencias son relativamente nuevas, en función del tiempo que conlleva concientizar y formar a un mediador, el Centro destaca que de manera informal, y en algunos casos a pedido del Ministerio de Educación de la provincia, intervinieron en otros establecimientos educativos como el Complejo Alberdi, la escuela Leopoldo Herrera, el colegio Maristas y algunas escuelitas de fútbol, donde los conflictos dificultaban no sólo la actividad, sino la convivencia cotidiana.