Un equipo de investigadores alemanes ha conseguido observar en directo una proteína clave en el proceso de infección intercelular y ensamblaje del HIV (virus de inmunodeficiencia humana). El estudio, financiado en parte con fondos comunitarios y recién publicado en la revista de acceso abierto Public Library of Science (PLoS) Pathogens, amplía los conocimientos sobre la vía de infección de la proteína Gag («antígeno específico de grupo») de una célula a otra y podría conducir a nuevos tratamientos.

Para observar dicha proteína, los científicos, pertenecientes a la Universidad Ludwig Maximilian de Múnich y la Universidad de Heidelberg, cultivaron células que contenían ocho genes del HIV-1. Uno de éstos se había manipulado para que produjera una forma fluorescente de la proteína Gag.

La proteína Gag dota al HIV de ciertos elementos estructurales. Por ejemplo, cuando el ARN (material genético) del HIV se traslada de una célula infectada a otra célula susceptible de ser infectada, la membrana en la que está envuelto el ARN se construye a partir de la proteína Gag. Además, esta proteína es muy versátil, ya que puede unirse tanto a la superficie interna de la membrana celular como al ARN viral y a las proteínas celulares y puede incluso formar partículas similares a virus en ausencia de otras proteínas virales.

«Usando una versión "fotoconvertible" de la conocida proteína verde fluorescente (por cuyo descubrimiento y utilización en sistemas biológicos se concedió el Premio Nobel de Química en 2008) unida a la proteína Gag, logramos cambiar de verde a rojo el color de proteínas Gag unidas a membranas», explicó el profesor Don Lamb, director del equipo de investigación de la Universidad Ludwig Maxilian de Múnich.

Gracias a técnicas de microscopía adaptadas especialmente para el caso, los científicos consiguieron determinar que transcurren alrededor de veinticinco minutos desde que comienza el ensamblaje del virus HIV hasta su liberación. También descubrieron que la producción de partículas virales se producía de manera completamente asíncrona en todo el cultivo y, tras su ensamblaje, los virus se liberaban desde cada punto de ensamblaje y no desde «plataformas de brotadura» formadas previamente. Se sospecha que estos puntos de ensamblaje reutilizables existen en otros virus.

Estos descubrimientos “añaden información esencial de tipo dinámico a nuestros conocimientos sobre la liberación de los virus y ofrecen una base empírica para intervenciones en esta etapa de la reproducción viral”, se asegura en el trabajo. En último término, esta información podría facilitar el que se encuentren formas de interrumpir la propagación intercelular del virus.

Fuente: Cordis - Servicio de Información Comunitario sobre Investigación y Desarrollo