El dirigente socialista Hermes Binner calificó "una presencia institucional" la asistencia de los principales referentes de su partido en la reciente convención nacional de la UCR en Rosario y no aceptó que se desprenda de allí la idea de que el socialismo apoyará la candidatura de Roberto Lavagna para las elecciones presidenciales
de octubre de 2007.

"Lavagna no tiene nada que ver, no es una opción", sostuvo Binner, y agregó que el partido tiene una política más
independiente aunque recién definirá su postura final en el año 2007.

Binner se refirió a las elecciones en Santa Fe y consideró que su candidatura representa una "alternativa al PJ local, que muestra cotidianamente su falta de iniciativas".

No obstante, en una entrevista con el diario La Nación, Binner opinó que los posibles candidatos del kirchnerismo, los diputados nacionales Agustín Rossi y Rafael Bielsa, son "buenas personas".

En contraste, Binner criticó a quienes "se destacan por sus habilidades deportivas o artísticas y sirven para ganar una elección", en referencia al ex gobernador Carlos Reutemann, a quien a su vez calificó de "improvisado".

Binner declaró que prefiere a una mujer como candidata a vicegobernadora, pero aclaró que eso "lo tiene que definir la UCR", partido que es aliado del socialismo en la provincia.

Especificó que los ejes de la campaña tendrán como principal objetivo la acción del Estado en materia de educación, salud y trabajo, porque, a su juicio, "el Estado debe atender a todos los excluidos que genera esta gran polaridad social de una Argentina que marcha a dos velocidades".

Sobre el gobierno nacional, se mostró confiado en que una eventual gestión suya al frente de la provincia no se vería condicionado por el envío de fondos, porque "en todas las provincias se hacen obras", dijo.

Sin embargo, señaló que existe "una lógica que va hacia un gobierno nacional rico, con provincias pobres", y que por eso "lo que se necesita es una nueva ley de coparticipación".

Finalmente, Binner opinó sobre el proyecto de "concertación plural" del gobierno y marcó una diferencia entre la política de "convocatoria hacia hombres", respecto del modelo de concertación chilena, donde los acuerdos no se alcanzan entre personas sino entre instituciones y partidos políticos.