Blíndex divisorio entre el chofer y el pasajero, luz de pánico y monitoreo satelital a través del sistema GPS son las opciones que se barajan para implementar en el servicio de taxis de Rosario para dar lucha a la delincuencia que azota al sector. La última de la tres, al oído, parece como la más compleja y costosa y, por ende, poco viable. Pero, mientras la provincia analiza la obligatoriedad de alguna de las medidas y su costeo y mantenimiento, el rastro por satélite asoma como la más segura y no es tan complicada como parece.

El GPS (siglas de Global Positioning System, que en inglés significa Sistema de Posicionamiento Global) es un tecnología que permite determinar, vía satélite, la posición de un objeto, una persona, un vehículo que tenga instalado el receptor de señal correspondiente.

El sistema, una red de 24 satélites en órbita que cubren toda la superficie de la Tierra, fue desarrollado e instalado con fines militares por el Departamento de Defensa de los Estados Unidos, quien lo opera actualmente.

“Funciona con una señal de tipo electromagnética que une al receptor –un pequeño dispositivo instalado en algún lugar del taxi, de tamaño inferior al de un teléfono celular– con el satélite y éste manda la información a una central”, explicó a Rosario3.com el ingeniero Aldo Mangiaterra, docente y director del Departamento de Geotopocartografía de la Facultad de Ingenieria de la Universidad Nacional de Rosario. Esta central estaría ubicada en la Jefatura de policía y allí, a través de una consola con el mapa de la ciudad, podrá monitorearse la ubicación de cada una de las unidades.

Claro que, además, cada coche deberá estar equipado con un sistema de alerta para que la policía, además de tener permanentemente ubicado a cada taxi, sepa cuándo un chofer se encuentra en problemas. Esto podría ser a través de un equipo de radio o un “botón de pánico” de fácil ejecución.

Según detalló Mangiaterra, también coautor de un libro sobre GPS editado el año pasado, la tarjeta receptora instalada en los vehículos no debe tener interposiciones entre su antena y el cielo, por lo que se hace invisible para los satélites cuando se encuentran bajo techo. Por este motivo, la señal se perderá con el coche en un garage, un galpón, una estación de servicio, o incluso bajo un puente o una arboleda muy densa.

Pero mientras funciona, la transmisión de la información es estable y el margen de error en la ubicación de cada punto es, en el peor de los casos, de 15 metros. Por eso es la elegida por las empresas que monitorean el recorrido de sus camiones de carga, por las agencias de recuperación de vehículos robados o para la navegación marítima y aérea, por sólo enumerar aplicaciones en el transporte.

Los costos de implementación del sistema

El desembolso requerido para comenzar a funcionar con el sistema GPS –y su complementario equipo de alerta– es una de los aspectos más cuestionados, sobre todo por los titulares de licencias de taxis.

Mario Cesca, responsable de la Asociación de Titulares de Taxis Independientes (Atti), le había detallado a Rosario3.com que cada unidad debería afrontar un costo de entre 1.000 y 1.200 pesos, más 50 a 100 pesos en mantenimiento mensual.