Un día lluvioso de 1994, Francesc Granja manejaba por una carretera portuguesa cuando para evitar un choque pegó un volantazo y todo comenzó a girar a su alrededor. Había volcado. Y en el golpe se rompió el cuello por la sexta cervical y terminó tetrapléjico. Tenía 32 años y estaba recién casado. Hoy tiene 51 y es el fundador de Tandem Team Barcelona, una asociación sin fines de lucro que ayuda a otros como él a reecontrarse con su sexualidad, uno de los obstáculos más duros que le tocó atravesar después del duelo de haber perdido la movilidad de su cuerpo de la cabeza para abajo.

Existen pocas organizaciones como ésta en el mundo. En Argentina, hay experiencias de divulgación pero no espacios de encuentro. En diálogo con A Diario, el programa que conduce Alberto Lotuf por Radio 2, Granja contó de qué se trata.

Tras su accidente, pasó un año en el hospital y otro en su casa hasta que con su esposa decidieron decir basta. La relación no daba para más. Su estado supuso un duro golpe para la pareja.

“En un momento de mi vida, hace seis o siete años tuve la necesidad de expresarme sexualmente y no quería realizarlo a través de las trabajadoras sexuales. Quería algo mas íntimo, algo más consciente, algo que me permitiera sentir más”, recordó.

A partir de entonces comenzó a investigar cómo canalizar su deseo y en el camino se dio cuenta que no era el único que buscaba lo mismo. Descubrió que en otros países de Europa se ofrecían servicios de asistencia íntima y decidió hacer lo mismo en su ciudad.

Así, después de batallar contra los tabúes que, llamó la atención en Barcelona son muchos, fundó el Tandem Team Intimity que sirve de puente a personas con diversidad funcional con otras dispuestas a compartir su sexualidad. Aquí surgieron los primeros “peros”. ¿Hablamos de prostitución?

Granja descartó de lleno que se promueva la explotación sexual de mujeres y hombres, lo que se hace, aclaró, es conectar a gente con el mismo deseo. Ambos son quienes definen hasta dónde llegar y cómo. En ese pacto, admitió, puede haber un intercambio de dinero.

Sin embargo, para llegar al encuentro los interesados deben pasar por una entrevista. Es fundamental –indicó Granja– que el asistente sepa cómo manejar un cuerpo inmóvil, tener nociones básicas de higiene y saber cómo contener emocionalmente a una persona en estado de crisis. 

Como en la película

En 2012, la película “Las Sesiones”, protagonizada por Helen Hunt, mostró a partir de la historia verídica de Mark O´Brien, un poeta y periodista tetrapléjico, la figura poco conocida –o demasiado envuelta en prejuicios– de las asistentes sexuales. En el film, Hunt se pone en la piel de Cheryl Cohen Greene, la mujer que ayudó a O`Brien a perder su virginidad.

"Entré en contacto con él, le busqué los ojos y lo miré piel adentro. Los dos fuimos capaces de aceptar el reto de poder participar de un momento íntimo en un lugar cómodo donde pudimos compartir el diálogo del cuerpo, piel con piel, energía con energía", compartió V., una asistente sexual, en la página de Tandem Team. Otra, comparó el momento con un baile de a dos: “Mi única prioridad es dejarme llevar, acoplar mi cuerpo y mi mente”.

También son varios los testimonios de personas que, aunque inmovilizadas, volvieron a sacudirse de placer. “Tuve la asistencia y fue muy enriquecedora tanto sensual como emocionalmente. Me volví a sentir más positivo y mas completo. Para mí fue muy importante poder volver a dar y recibir sensaciones físicas y emocionales”, contó O.

La clave está, aseguran, en superar el plano físico. No circunscribir el acto sexual a la penetración.