La huelga de transporte en Francia entró este viernes en su tercer día causando masivos problemas de circulación en todo el país, mientras las anunciadas negociaciones entre la patronal, los sindicatos y el gobierno aún no comenzaron.

En París funcionaba en la mañana del viernes uno de cada tres subtes, aunque en el transporte de larga distancia se registró una ligera mejora.

Se prevé que de los 700 trenes de alta velocidad sólo salgan 250.

Los trenes internacionales Thalys hacia Colonia (Alemania) y Eurostar hacia Londres no fueron afectados por el momento, reportó la agencia DPA.

La empresa ferroviaria SNCF advirtió que los problemas circulatorios continuarán el fin de semana.

El primer ministro francés, Francois Fillon, pidió mientras tanto el fin de la huelga que "afecta en primera línea a los clientes del tren".

Los trabajadores ferroviarios franceses protestan contra la proyectada eliminación por parte del gobierno del presidente Nicolas Sarkozy de beneficios jubilatorios que ofrecen a muchos empleados del sector público la posibilidad de retirarse de la vida laboral antes que el promedio de los trabajadores.

Las medidas afectarían a medio millón de empleados públicos.

En la huelga también participan los trabajadores de las empresas estatales de gas y electricidad y de la ópera parisiense.

La continuación de la medida de fuerza fue anunciada en la noche del jueves por los sindicatos que llevan adelante la protesta contra la reforma impulsada por el presidente Nicolas Sarkozy.

La decisión fue votada en asambleas de siete organizaciones sindicales (CGT, CFDT, FO, CFTC, Unsa, Sud-Rail y CFE-CGC).

El sindicato Fuerza Obrera señaló que 90 por ciento de los trabajadores de tres grandes ciudades fancesas (París, Marsella y Burdeos) resolvió continuar con la medida de fuerza, informó la agencia Europa Press.

En la red de servicio público de París, donde cuatro de los ocho sindicatos sostienen el paro, la patronal informaba en la noche del jueves que la huelga era cumplida por 27,2 por ciento de los trabajadores.

El presidente Sakozy ha sostenido que ese sistema constituye un "privilegio" para un sector en detrimento de la situación de la mayoría de los trabajadores franceses.

La huelga es el primer gran desafío que afronta el mandatario desde que asumió, hace seis meses, ya que la reforma previsional del sector público fue uno de los lemas de su campaña electoral.

El primer ministro francés, Francois Fillon, volvió a hacer el jueves a la noche un llamamiento a la "responsabilidad" para que finalice el conflicto y empiece la negociación.