Luego de las críticas que realizó el presidente Néstor Kirchner por las demoras en los juicios a represores durante el acto por los 31 años del golpe militar de 1976, el enfrentamiento entre la Justicia y el gobierno se profundizó.
Primero el presidente de la Cámara Nacional de Casación Penal, Alfredo Bisordi, reaccionó a las críticas de Kirchner a ese tribunal y advirtió que "por ese camino se va a la suma del poder público".
Por su parte, el ministro del Interior, Aníbal Fernández, le pidió que renuncie a la magistratura, y le haga un bien a la patria. "¿Doctor Bisordi por qué no renuncia? Renuncie, váyase", pidió el titular de la cartera política.
En tanto Bisordi había dicho que "con una antigüedad de 40 años de servicio nunca vio algo así". "Durante todo ese lapso, en que tuvimos gobiernos autoritarios y constitucionales, jamás he visto una intromisión en la labor de los tribunales como la del ahora Presidente de la República", replicó.
En ese sentido, el magistrado dijo que "la Cámara de Casación está desbordada" y advirtió que "en 2006 ingresaron más de 5 mil causas, y ahora en lo que va de 2007 hay más de mil. En esta situación, es muy difícil emitir fallos".
Por último, Fernández le achacó que "no puede decirle a un presidente elegido por la voluntad popular que es peor que Onganía, Videla, Viola, Bignone, todos esos asesinos que Argentina tiene muy definidos".