Más de 50 heridos y agresiones cruzadas entre sectores que incluyeron balazos. Lo peor de la historia violenta del peronismo se hizo presente en lo que se creía iba a ser una fiesta popular: el traslado de los restos de Juan Domingo Perón. Cuando el féretro aún estaba lejos del lugar, facciones del justicialismo se enfrentaron en las puertas del mausoleo, en una disputa que incluyó piedrazos y balas cruzadas. Los choques se reeditaron cuando el féretro llegó al lugar, momento en el que militantes de diferentes facciones (en principio entre sectores de Uocra y los Camioneros) volvieron a intercambiar piedrazos. En definitiva, hasta que los restos no ingresaron al mauseleo, pasadas las 18.40, toda la jornada se vio opacada por los incidentes.

El hombre que efectuó los disparon –cuyas imágenes recorrieron el país– fue identificado y era buscado por la policía. Por su parte, la fiscal de La Plata, Leyla Aguilar, recorrió este lunes a la noche las instalaciones de la Quinta de San Vicente para recabar pruebas en la investigación que lleva adelante por los incidentes ocurridos.
 
"Estoy recabando elementos que puedan ser de utilidad para la causa", dijo a Télam la fiscal al referirse a las primeras diligencias judiciales que se cumplen en el lugar. Aguilar confirmó que encontró en la Quinta "algunas vainas servidas", pero aseguró que "hasta ahora no tengo heridos de bala registrados".

Si bien no está claro cuáles fueron los sectores que se enfrenatron, el diputado nacional por el Frente para la Victoria, Carlos Kunkel, vinculo los incidentes a sectores del duhaldismo. Los incidentes fueron por parte de quienes no quisieron dejar vivir con gloria la llegada de Perón o intereses mezquinos de facciones evidentemente sindicales", señaló la vicegobernadora bonaerense, Graciela Giannettasio.

El ex presidente Carlos Menem, en cambio, aprovechó para chicanear: "El sector que está manipulando los restos de Perón es el que él corrió de la plaza".

Los incidentes

Además de los cuatro balazos que se vio disparar a un hombre en la puerta de la quinta, hubo muchos cruces a lo largo de la jornada. Algunas personas debieron ser auxiliadas por ambulancias, que llegaron poco después al lugar. Hubo más de 50 personas atendidas, aunque ninguna de ellas con herida de arma de fuego de manera oficial.

Los incidentes empezaron cerca de las 15.30 y se prolongaron durante toda la tarde. La policía, en tanto, recién llegó al lugar media hora después de que hubiera arrancado la violencia. Salvando las distancias, era imposible no remitirse a las imágenes de aquellas jornadas trágicas que signaron parte de la historia del peronismo, como las de Ezeiza. ¿Por qué era la pelea? Seguramente, por el lugar en la foto, lo más cerca posible del cadáver de Perón y de la figura estelar de la jornada, el presidente Néstor Kirchner.

Poco antes de las 16, con los sectores gremiales que habían quedado afuera aún pugnando por entrar, de adentro de la quinta empezaron a salir en masa mujeres y niños que, temerosos, preferían salir del lugar en un escenario impredecible en el que el intercambio de piedras no se detenía. Mientras, desde adentro se pedían ambulancias.

Pasadas las 16.30, cuando parecía que todo estaba en calma, una columna de militantes peronistas que llegó al lugar. Al frente, Tula: "Es una vergüenza lo que pasó. Somos los verdaderos peronistas, queremos celebrar nuestra fiesta", aseguró quien se hizo famoso tocando el bombo para Menem, quien cantó la marcha peronista a capella junto a sus seguidores en un intento para lograr que ambas partes hicieran las paces. Entonces se abrieron las puertas de San Vicente y el grupo ingresó al lugar.

Ante el violento panorama, la caravana que traía el cuerpo de Perón quedó varada a varios kilómetros de San Vicente. Sin embargo, cuando retornó la calma y la policía controló San Vicente retomó lentamente su camino. Diez minutos antes de las 18 la caravana, sin embargo, llegó finalmente a San Vicente. Un gran operativo policial custodió el traslado del cadáver, en un intento por evitar que se repitieran los incidentes ocurridos más temprano.

Sin embargo, mientras el himno nacional se escuchaba de fondo y algunos dirigentes comenzaban con sus discursos otra cosa sucedía entre los seguidores de Perón: nuevos enfrentamientos entre militantes de diferentes facciones del justicialismo. Al intercambio de piedras, que volaban sin destino fijo, se sumaron los ataques con palos.

Al final, ni el presidente Néstor Kirchner y el gobernador bonaerense Felipe Solá asistieron al acto, que por los incidentes estuvo en algún momento a punto de suspenderse. Y pasadas las 18.40, el ferétro con los restos de Perón finalmente pudo ingresar al mausoleo, donde ¿descansará en paz?