El próximo verano dejarán de aceptar tarjetas de crédito cerca de 4 mil estaciones debido a la baja rentabilidad que supone. Pequeños y medianos propietarios de estaciones de servicio explicaron, a través de un comunicado, que el costo se lleva entre un 15 y un 20 por ciento, además del gasto de los bancos y los gastos en los que incurren los estacioneros. En tanto, adelantaron que van a seguir aceptando el pago con débito, operación que se acredita en las 48 horas siguientes. Se estima que 9 de cada diez no van a aceptar las tarjetas de cara a la etapa estival

Este verano, los propietarios de automóviles deberán hacerse de billetes si desean cargar combustible en cualquiera de las cuatro mil estaciones de servicios que trabajan por fuera de las petroleras, es decir, las llamadas estaciones de bandera blanca. La medida fue anticipada a un matutino por Marcelo Rovasio, presidente de Cecha, la Confederación que reúne a todos los dueños de estaciones, a excepción de las empresas petroleras.

Desde el sector, explicaron que la iniciativa responde a la falta de rentabilidad ya que el costo de operar con tarjetas se lleva entre un 15% y un 20% de la misma. Además, apuntan a la comisión que se paga al banco y el mayor costo que implica el trabajo de los operarios. Cecha sostuvo que la medida se va a aplicar “hasta que los emisores de tarjetas se sienten a conversar" y alcanzaría sólo a las tarjetas de crédito. Mientras, se seguirá aceptando el pago con débito, operación que se acredita en 48 horas.

Consultada al respecto por Radio 2, Rosario Sica, de la Federación de Cámaras de Estaciones de Servicios, manifestó que de un tiempo a esta parte, los estacioneros decidieron dejar de operar con tarjetas de crédito por la baja rentabilidad. De acuerdo a su testimonio, el sector mantuvo varias conversaciones con el secretario de Comercio, Guillermo Moreno, sin embargo no han podido llegar a un acuerdo con las tarjetas de crédito y es por eso que comenzaron a no usarlas como forma de pago.

Según la Confederación que nuclea a los estacioneros, en los últimos años se cerraron más de dos mil estaciones y hay otras tantas que también evalúan la alternativa. A las complicaciones denunciadas se le suma los inconvenientes en la provisión de combustible. Sica apuntó contra la falta de gasoil y nafta en las estaciones de servicio y responsabilizó al Estado por "la falta de políticas y un plan energético que acompañe el crecimiento ene l consumo de los usuarios comunes, de la industria y del campo".

En la Argentina hay cerca de 4.500 estaciones de servicio, de las cuales aproximadamente 300 pertenecen a las petroleras líderes (Repsol YPF, Esso, Shell y Petrobrás), que no se plegarían a la medida.