Los estudiantes de medicina, una vez graduados, deben cumplir con su residencia, aunque no de forma obligatoria. No obstante, según datos del Ministerio de Educación de la Nación, sólo la mitad de los 6.000 egresados cumplen con ella por lo que las autoridades sanitarias están preocupadas.

Para el decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires, Alfredo Buzzi, la escasa popularidad de las residencias se debe a que "en algunos lugares, no hay plazas disponibles. Pero en otras instituciones ofertan vacantes pero no brindan condiciones laborales que sean interesantes para que los médicos quieran hacer las residencias".

Otro de los factores es el aumento de juicios por mala praxis lo que llevó a que las especialidades riesgosas no sean consideradas. Por otra parte, producto que el 70% de los egresados son mujeres éstas se inclinan más hacia especialidades menos riesgosas como dermatología, ginecología y cirugía, entre otras. Sin embargo, son psiquiatras, anestesistas, pediatrías y obstetras, los que más se demandan hoy.

Las residencias aquí tienen una duración de entre tres y cuatro años y reciben un salario mensual de aproximadamente 4.000 pesos, bastante inferior en comparación con la de otros países de región, se observó. También existe una falta de estímulo debido a que, en la mayoría, las residencias no contemplan como formación de posgrado.

Fuente: Universia