Largas y masivas procesiones funerales recorrieron este viernes Bagdad en memoria de las más de 200 personas muertas ayer en un atentado múltiple en un barrio chiíta de la capital, en el peor ataque desde el inicio de la guerra.

Miles de hombres, mujeres y niños formaban un nutrido cortejo fúnebre que acompañaba a pie a cientos de autos que transportaban los cuerpos de las víctimas, pese a la vigencia en Bagdad de un toque de queda total destinado a evitar ataques de represalia.

El primer ministro iraquí, Nuri Al Maliki, ordenó a la policía proteger a las procesiones de los familiares y amigos de las 202 personas que murieron ayer en los ataques coordinados en el barrio Sadr City de Bagdad. En tanto, a l menos 22 personas murieron hoy y otras 26 resultaron heridas al estallar un coche bomba en el norte de Irak, en la localidad de Tal Afar, informaron fuentes policiales.

Una vez que las procesiones llegaron a Sadr City, los autos y combis con los cuerpos dejaron atrás a las personas que marchaban a pie y emprendieron su marcha hacia Nayaf la ciudad santa chiíta ubicada al sur de Bagdad donde serán enterrados.

Según el último balance de víctimas, al menos 202 personas murieron y 252 resultaron heridas cuando insurgentes sunnitas detonaron cinco coches bomba y dispararon morteros contra Sadr City, en medio de una incontenible violencia sectaria en el país.

Milicianos chiítas respondieron de inmediato y lanzaron casi 20 proyectiles de mortero contra una mezquita sunnita, una asociación de clérigos sunnitas y un barrio sunnita de Bagdad, y al menos diez personas murieron en estos ataques de represalia.

Irak atraviesa un período de imparable violencia.

La ONU dijo esta semana que 3.709 civiles murieron en Irak en octubre pasado, que fue el mes más letal para los civiles del país desde el inicio de la guerra, en marzo de 2003.

La ONU dijo también que 100.000 iraquíes abandondan su país por mes a causa de la violencia, y que al menos 1,6 millones ya lo hicieron desde el comienzo de la invasión norteamericana.