El Barómetro de la Deuda Social de la Infancia indica que 84% de los chicos de 13 a 17 años no participa de actividades culturales ni artísticas, y más del 60% no realiza ningún deporte. Sin embargo, sí son muchos los que se conectan diariamente a Internet, situación que  preocupa a los especialistas por la cantidad de horas de sedentarismo.

El estudio, realizado por la UCA (Universidad Católica Argentina) y Fundación Arcor, será presentado en la jornada sobre Infancia y Educación, que se realizará en la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNCuyo.

"Los chicos te dicen que van, al menos, una vez por semana al cíber. Pero es excepcional el que practica un deporte y, si han visto una obra de teatro, fue porque los llevó la escuela. Los pocos que realizan actividades artísticas, aprenden folclore o danzas árabes, en el caso de las chicas", apunta la profesora de Teatro, Paula San Martín.

La docente, que ha trabajado en escuelas de distintas realidades socioeconómicas, asegura que "se percibe enseguida cuando un alumno tuvo contacto con el deporte o el arte. Son más ordenados, manifiestan mayor interés por la escuela, participan más".

Las estadísticas indican que los chicos no hacen más que repetir las costumbres de sus familias. Un sondeo realizado por Nuestra Mendoza evidenció que, mientras en la mayoría de los hogares locales se preocupan por mantener buenos hábitos alimenticios y dietas balanceadas (incluso al extremo de caer en obsesiones), no se prioriza en igual medida el ejercicio. La mitad de las familias que viven en el Gran Mendoza reconocen que ninguno de sus integrantes realiza actividad física.

"Lamentablemente, vemos que la mayor parte de la población tiende a un sedentarismo notable. La gente se entusiasma con las rutinas aeróbicas y los gimnasios, pero el trabajo y el cansancio hacen que el interés dure unas pocas semanas", señala el doctor Carlos López Vernengo.

El clínico advirtió que la actividad física es necesaria en todas las etapas de la vida: "Constituye una pata importante en el tratamiento y prevención de un gran número de enfermedades, tales como la obesidad, la hipertensión arterial, la diabetes, etc. También es diagnosticada para descargar tensiones en situaciones de estrés o conflictos emocionales", enumeró el médico.

En cuanto a las “horas-silla” que los chicos pasan frente a una computadora, los especialistas dicen estar preocupados por la gravedad que éstas pueden alcanzar cuando se suman al sedentarismo y a los malos hábitos alimenticios, que hoy parecen ser una de las características que definen a la población infantil y adolescente.

"Los gustos y hábitos alimentarios se establecen en los primeros años y probablemente se mantienen sobre toda la vida adulta. Pueden modificarse posteriormente, pero con dificultad", señala la nutricionista Ana de Araniti. Por eso, es fundamental, que los padres no permitan que se pierdan rutinas básicas, como la del desayuno.
 
"Hay niños que se levantan con el tiempo justo y se van a la escuela sin comer nada. El desayuno no sólo es necesario para la actividad física, sino también para la mental", advirtió.

En cuanto al ritmo de vida actual, también apuntó que "la prisa también lleva a que los padres opten por comidas rápidas (mayonesa, salchichas, hamburguesas, etc.) que son ricas en grasas y en nitritos. Esto ocasiona problemas de grasas en sangre, desequilibra el colesterol y los nitritos en exceso son cancerígenos", dijo.

El estudio de la Deuda con la Infancia hace foco en situaciones muy simples, pero a la vez muy significativas de la crianza, como es la lectura de un cuento.
 
Los resultados de la investigación son abrumadores, según los investigadores: “el 35 por ciento de los niños de 0 a 5 años en Mendoza no son receptores de narraciones orales y el número asciende al 62 por ciento cuando sólo se miden los sectores urbano marginales”.

Estos parámetros simples muestran cómo la socialización alcanza ribetes preocupantes en las familias de bajos recursos económicos. El 61 por ciento de los niños hasta 5 años en Mendoza, comparten su cama o colchón con alguien para dormir. Además, 44 por ciento de estos chicos no celebró su cumpleaños en el último tiempo.

"Hay que tener en cuenta, que en muchos chicos la cultura y el deporte compensan las carencias económicas y familiares que sufren. Ycuando comienzan a practicarlos como actividad periódica, enseguida se ve el cambio. También esto suele actuar como motivo de discriminación por parte de sus compañeros", acotó la docente.

Fuente: Los Andes