Al igual que Chile en la jornada anterior, Colombia es otra selección sudamericana que se afianza en la Copa del Mundo de Brasil. Este jueves, los dirigidos por el DT argentino José Pekerman superaron por 2 a 1 a Costa de Marfil y quedaron prácticamente adentro de los octavos de final de Brasil 2014.

Los cafeteros enlazaron por primera vez en su historia dos triunfos seguidos en un Mundial al derrotar por 2-1 a Costa de Marfil en Brasilia y quedaron en inmejorables condiciones para avanzar a la siguiente fase.

El ahora más líder del grupo C, con seis puntos, se impuso en un vibrante encuentro con tantos de James Rodríguez, que llega a dos, y el novato Juan Quintero, quien revolucionó el partido desde su ingreso poco después de comenzar el segundo tiempo.

El 2-1 además de histórico resulta significativo, pues con el mismo resultado el hoy seleccionador de los cafeteros derrotó en el Mundial de Alemania 2006 a los Elefantes cuando ocupaba el banco de Argentina. En aquella ocasión, la Albiceleste se impuso con goles de Hernán Crespo y Javier Saviola y recortó Didier Drogba, quien hoy entró como refuerzo.

Colombia resolvió hoy en apenas seis minutos, en el 64 y el 70. Y Gervinho descontó en el 74 gracias a una genialidad.

Luego del 0 a 0 de la primera parte, José Pekerman puso más carne en el asador. Juan Guillermo Quintero, el creativo del Oporto, tomó el puesto de Víctor Ibarbo, quien hasta entonces había mostrado más preocupación de cerrar el paso del carril derecho de los marfileños. Y Quintero revolucionó el encuentro.

Drogba levantó al público con su ingreso, pero precisamente él fue superado en el salto por James Rodríguez, quien de cabeza puso adelante a Colombia.

Los Elefantes salieron de su encierro en estampida y, entre los resquicios, tejieron un contragolpe. James Rodríguez dejó a Quintero y el joven talento de 21 años definió a lo grande a la salida de Boubacar.

La fiesta se desató pero Gervinho sacó de la manga un as que nadie esperaba: por la izquierda dejó en el camino a tres rivales antes de romper la resistencia de Ospina con un potente remate a su primer palo. El reloj marcaba 72 minutos

Así terminó el partido, con los africanos masticando bronca y obligados a buscar el pase en el último partido frente a Grecia. Los cafeteros, felices como pocas veces en los últimos tiempos.

Fuente: EFE