Suicidio. Esa es la hipótesis más firme sobre la muerte de Erika Ortiz Rocasolano, la hermana de la princesa Letizia de Asturias, a pesar de que el informe completo de la investigación sobre su deceso recién estará listo dentro de un mes.

Al hecho de que los investigadores que fueron al domicilio madrileño de Erika –el mismo que ocupaba Letizia hasta su casamiento con Felipe– hallaron allí varios frascos vacíos de remedios y a los extendidos rumores sobre un suicidio, se suman, según la prensa española, los primeros resultados de la autopsia, que indicarían que la joven falleció por la ingesta de barbitúricos, y una serie de cartas que habría dejado a su familia.

Antes de que su actual pareja la encontrara muerta el miércoles en su domicilio, Erika había estado un mes de licencia en su trabajo por estrés y ansiedad después de las vacaciones de Navidad.