Un nuevo hecho de inseguridad en Rosario terminó con final feliz y hasta resultó una anécdota divertida para la perjudicada. Haydée es una abuela muy simpática que sufrió un intento de robo cuando un joven se metió en su casa y la sorprendió cuando ella estaba en el baño. Muy astuta, la anciana convenció al intruso de que la esperara afuera y así logró hacer un llamado que resultó fundamental para la detención del delincuente.

El hecho ocurrió en Av. Francia y Catamarca. El ladrón quiso hacerse pasar por un sobrino de la mujer: “Me dijo que era mi sobrino, el hijo de María. «Yo no tengo ninguna hermana que se llame María», le dije”, describió Haydée.

“Yo estaba en el baño haciendo mis necesidades cuando apareció un muchacho, que no era Onur, y me pidió que le diera plata”, relató la abuela a De 12 a 14 (El Tres), ironizando con el protagonista de la novela “Las mil y una noches”.

La abuela tuvo la lucidez y la tranquilidad suficientes como para distraer al ladrón y ganar tiempo: “Le dije que me espere afuera, que me tenía que limpiar”, confió.

Esos minutos fueron muy importantes para el desenlace de esta historia: la señora llamó a través de su celular a un vecino, que a la vez alertó a la policía. “Alcancé a hacer una llamada a un muchacho que es vecino del barrio; por suerte el telefonito me anduvo, porque en el último tiempo no me anda muy bien”, señaló.

Cuando salió del baño, el ladrón empujó a la mujer hacia el patio interno y allí volvió a exigirle dinero en efectivo: “Yo tenía algunos pesos, pero del julepe que tenía no me acordaba dónde los había puesto”, apuntó.

En ese momento llegó el vecino al que Haydée había llamado. El delincuente se asustó y quiso escapar, pero la policía también había arribado al lugar y se lo llevó detenido.

Sentada en la puerta de su casa “por el julepe” que todavía le duraba, Haydée terminó la historia con una frase graciosa: “Estoy tan contenta de que me vinieron a ayudar que les di un beso a todos, para mí hoy son todos Onur”.