“Es fabuloso, es fabuloso”, repetía Susana Giménez, principal invitada a la inauguración del City Center, luego de cortar la cinta del flamante casino rosarino.

Si hay algo que la diva tiene es mundo y, según dijo, en sus viajes ha conocido muchísimos casinos.

Susana llegó sonriente, de buen humor, aunque luego de tirar la primera bola se tuvo que refugiar en el vip, donde el acceso estuvo hiperrestringido, ante el acoso al que la sometía la cantidad de gente que quería sacarse fotos con ella.

Por momentos, el intento de la gente por acercarse generó verdaderos tumultos en los que el dispositivo de seguridad mostró fragilidades.

Si hasta Guillermo Andino, conductor de la fiesta, quedó en un momento fuera de la ronda de fotógrafos, camarógrafos y curiosos que se agolpaba alrededor de Susana. Tuvo que luchar y mucho para volver al centro de la escena.

Eso pasó, por ejemplo, tras el corte de cintas. Juan Darthes, a unos metros de allí y fuera del foco de atención, parecía disfrutar del centro de la escena y del segundo plano.

También el intendente Lifschitz, en ese caótico ingreso, prefirió quedarse, sonriente, unos pasos atrás.