Unas 300 mil personas se manifestaron este sábado contra el presidente de Taiwán, Chen Shui-bian, a quien piden que deje el poder por los escándalos que le salpican a él y a sus colaboradores y familiares. La concentración pacífica en las cercanías del Palacio Presidencial estuvo encabezada por uno de los antiguos aliados de Chen, Shih Min-teh, ex preso político durante el gobierno autoritario del presidente Chiang Kai-shek.

Ni la lluvia, los temores de disturbios, los llamamientos del gobernante Partido Demócrata Progresista (PDP) a esperar el fin de las investigaciones judiciales en curso, ni una campaña de descrédito personal contra el organizador de la protesta han logrado frenar a cientos de miles de taiwaneses "en contra de la corrupción y por la caída de Chen". "Es un momento histórico, en el que el pueblo expresa la ira del país, manifiesta el poder popular y pide la caída de un presidente corrupto para crear una nueva etapa en nuestra historia", dijo Shih al inicio de la concentración.

Niños, mujeres y hombres, en su mayoría vestidos de rojo, que expresa la ira en la cultura isleña, formaron una concentración que vista desde el cielo recreaba una de las famosas líneas de Nazca, dibujadas por antiguos astrónomos peruanos. "Esta concentración manifiesta al mundo la madurez del pueblo taiwanés, que da el poder y lo quita cuando no se utiliza debidamente", manifestó un presentador de la televisión local, apellidado Kao, que participaba en la marcha.

Mientras tanto, en su aldea natal, Chen Shui-bian, que niega relación alguna con los escándalos, recibía el apoyo de cientos de seguidores, que lo instaban a seguir luchando por la independencia y soberanía de Taiwán contra China y a no desanimarse por esta campaña "manipulada por Pekín y la oposición".

Fuente: EFE