Los profesionales de la salud que prestan servicios en los efectores que dependen de la provincia paran nuevamente por 48 horas este martes y miércoles para exigir al Ministerio una serie de demandas insatisfechas como la titularización de interinos, el incremento del salario en blanco, la homologación salarial de los contratados al personal de planta y mejores condiciones de seguridad que les permitan trabajar en los centros de salud.

La medida de fuerza se traducirá en suspensión de las prestaciones programadas y mantenimiento de las guardias mínimas sin asistencia a los lugares de trabajo durante ambos días.

El paro se suma al que llevan a cabo los médicos municipales los mismos días, por lo que todo el sistema local atravesará días al menos conflictivos.