“Tumultuosa pero esclarecedora”. Así resultó la reunión que mantuvieron en la tarde de este jueves los taxistas y la Municipalidad, a fin de conciliar posturas sobre el estudio sobre el servicio que fije la nueva tarifa, según manifestó el titular de la Asociación de Titulares de Taxis Independientes (Atti), Mario Cesca. Y lo que quedó en claro es que la Universidad Nacional de Rosario (UNR) será quien tenga la última palabra. Este consenso descartó, además, la idea de una posible medida de fuerza que había surgido desde un sector de los choferes, quienes planteaban suspender el servicio nocturno.

“La UNR será quien haga una mediación entre las opiniones del ejecutivo y de los taxistas. Cada uno aportará sus elementos y la Universidad dirá lo que es correcto”, detalló Cesca a Rosario3.com. Además, el dirigente adelantó que durante la semana que viene se avanzará en la discusión a través de una serie de reuniones tripartitas.

En tanto, un relevamiento preliminar realizado por los taxistas, que “no sólo será para delinear una nueva tarifa sino para determinar el estado cuantitativo y cualitativo del sistema de transporte en general”, según explicó Cesca, fue entregado al Instituto de Transporte de la Universidad. Este organismo emitirá un dictamen, que será evaluado luego por el Concejo municipal.

En el informe, los tacheros plantean un incremento del 40 por ciento en la tarifa: según estiman, la bajada de bandera (hoy en $1,80) debería fijarse en $2,60, mientras que la ficha (0,09) debería costar 1,13. Entre los numeros que aportaron, mostraron una comparación con la tarifa de Capital Federal, que estaría 44,4 por ciento por encima de la local. Por ejemplo, un viaje de tres kilómetros saldría 6,50 allá y 4,50 aquí.

Además, los trabajadores del volante exigen que hasta que la Universidad se expida sobre los estudios, se suspenda la venta de pliegos para adquirir las 500 nuevas licencias que pretende adosar el Ejecutivo al servicio.

La reunión, que enfrentó a taxistas, concejales y miembros de la Secretaría de Servicios Públicos –en el Centro Municipal Distrito Oeste–, se realizó luego de que los primeros exigieron acelerar el tratamiento de un incremento tarifario, y no esperar la decisión de un encuentro por parte de la comisión oficial, que no avanzó aún en el tema.

La indignación se vio potenciada por el fuerte aumento decretado al precio del boleto de colectivos (un 26 por ciento) y la falta de avances en el área de los taxis.

Antes de la reunión de este jueves, el intendente Miguel Lifschitz insistió, en relación a la tarifa para el sector, que está funcionando la comisión especial y estimó que de la misma podrían surgir novedades alrededor del 20 de febrero aunque prefirió no aventurar un porcentaje de aumento.