Una buena idea pero no tan útil y bastante difícil de poner en práctica. Esa es la opinión generalizada de los taxistas respecto del proyecto del municipio que busca implementar la tarjeta inteligente para el pago de los viajes. Dirigentes de diferentes asociaciones que nuclean tacheros plantearon que la iniciativa, inspirada en sistemas utilizados en otras partes del mundo, podría dar más comodidad a los pasajeros pero no ayudará a combatir la inseguridad. Remarcaron, además, la imposibilidad de sacar totalmente el efectivo de los coches por ofrecer un servicio eventual.

En el programa A diario, el periodista Alberto Lotuf dialogó con diferentes referentes de los taxistas para conocer su opinión sobre el sistema que el municipio busca implementar en 2013. Básicamente: una tarjeta sin contacto como la que se usa en colectivos pero que también permita pagar taxis. Sostuvieron que el costo de la máquina canceladora rondaría los 640 pesos y que habría incluso una línea de créditos especial en el Banco Municipal para ayudar a los taxistas.

José Tornambé, de la Cámara de Titulares de Licencias de Taxis de Rosario (Catiltar), sostuvo que la idea de utilizar en los taxis una tarjeta inteligente "se viene barajando desde hace largo tiempo" y que ahora "sale a la luz de nuevo" debido a los más recientes incidentes. "Tenemos que ver cómo funcionaría y cuánto costaría", remarcó. De todos modos, sostuvo: "No queremos bajar del todo el efectivo del auto, el taxi es una necesidad, una emergencia, por lo que deben prevalecer los dos sistemas". Y reforzó: "Si hoy cortás el efectivo arriba del auto, mandás (los pasajeros) al remise ilegal".

Por su parte, Mario Cesca, de la Asociación de Titulares de Taxis Independientes (Atti) evaluó que la intención de implementar una tarjeta "está bien como sistema comercial" pero "no tiene nada que ver con la inseguridad". Graficó: "Es como querer combatir un cáncer terminal con una aspirina". En ese marco, lamentó: "Acá la vida de los choferes no le importa a nadie, solo interesa que no hagamos paro". Y planteó sus dudas respecto de los costos del nuevo sistema: "Veremos qué dicen cuando a la gente le pidamos el 20 por ciento de aumento para pagar la tarjeta", arriesgó.

En tanto que Francisco Báez, dirigente de la Asociación de Conductores de Taxis Rosario, planteó los problemas de tener que invertir más para combatir los robos: "Con el tema inseguridad ya nos hicieron gastar mucha plata, con un costo elevado mensualmente y los robos se siguen produciendo". Consideró que implementar la tarjeta sería "un beneficio para la gente" pero no muy útil o práctico en el taxi. "El colectivo es un transporte masivo, el 80 por ciento (de los pasajeros) viaja todo los días. Nosotros trabajamos con viajes ocasionales", fue el paralelo que trazó.

Finalmente, Marcelo Díaz, de la Asociación de Taxistas Unidos, sostuvo que "la idea no está mal" pero "es muy confusa todavía" la información que se da sobre el sistema que se quiere implementar. Y remarcó, al igual que otros dirigentes, el tema de la inversión requerida: "No sabemos cuél es el costo operativo", destacó. Evaluó que "en un primer momento no va a servir" pero fue positivo y consideró creo que "en el futuro quizá sí".