La pregunta se la suelen hacer todos los que quedan varados en las esquinas de Rosario ante los cada vez más frecuentes y sorpresivos chaparrones que los empapan: ¿dónde van los taxis cuando llueve?

No, muchos de ellos no salen a buscar pasajeros, desesperados a esa hora. Sino más bien todo lo contrario.

Una prueba la aportó al espacio del Periodismo Ciudadano de Rosario3.com Joel, que foie el lunes 3 de marzo a las 10 de la mañana, en medio de la lluvia, a cinco taxis estacionados mientras sus conductores tomaban café.

En un horario pico, en un día de alta demanda de viajes, estos choferes de un servicio público de pasajeros prefirieron el descanso.