Movilización, paro y rebelión policial. La inédita protesta que realizaron policías del Comando Radioeléctrico a bordo de sus patrulleros este jueves al mediodía mediodía frente a la sede de la Gobernación en Rosario se levantó tras una negociación con los jefes de la Unidad Regional II, pero continuó por la tarde en la Jefatura de Ovidio Lagos al 5200. Allí iniciaron un paro de actividades y un autoacuartelamiento, algo que no se daba desde abril de 2005.

Familiares de los uniformados llegaron hasta la Jefatura para apoyar la protesta y cerca de las 20.30 iniciaron un corte de calle Lagos, frente a la Jefatura. El bloqueo de los portones de la Jefatura se mantenía esta madrugada. Mientras tanto, adentro continuaban las negociaciones entre los policías y el titular de la Unidad Regional II, Walter Miranda.

Según detalló la periodista Almudena Munera Muñoz en el programa Telenoche (El Tres), los policías exigían que las autoridades se comprometan por escrito a no sancionar ni ordenar pases a disponibilidad de ningún integrante del Comando por la medida de fuerza. Además, pedían que se retire el plan para cambiar la carga horaria que planteó el Ministerio de Seguridad de la provincia.

Los policías sostienen que por la modificación de horarios perderían de hacer servicios adicionales, ingreso que les resultan vitales por sus bajos sueldos, aseguran. La nueva modalidad implica trabajar 8 horas diarias y descansar 24 horas, por lo que el turno va rotando. Hasta ahora era de 9 horas y 31 (es decir que tendrían siete horas menos de descanso consecutivas).

La protesta se inició al mediodía cuando unos 35 móviles del Comando se concentraron sobre calle Santa Fe, entre Dorrego y Moreno, y antes de las 15 dejaron el lugar: nada menos que la puerta de la central política local.

El jefe de la Agrupación Cuerpos de la Unidad Regional II, Sergio Vergara, confirmó que los uniformados se fueron a dejar los patrulleros a la Jefatura de Policía de Ovidio Lagos al 5200. En principio allí se realizaría el recambio de turnos pero después de las 15 se confirmó que el turno tarde no salió a patrullar. La rebelión se confirmó y la provincia debió montar un operativo especial para custodiar las calles.

De la movilización al paro

El tercio de los uniformados que integran el turno mañana –y que son quienes iniciaron la queja– convirtieron la medida de fuerza en la Jefatura en una suerte de autoacuartelamiento. El titular del gremio no reconocido Apropol, Alberto Martínez, aseguró a Radio 2 que la protesta se mantenía porque los cambios de horarios dispuestos perjudican a los uniformados.

“Apropol responsabilida al ministro de Seguridad, Raúl Lamberto, y al secretario Marcos Escajadillo por lo que suceda y reclama se cumpla el tope horario de 36 horas por semana en condiciones adecuadas de prestar el servicio”, señala un comunicado de esa agrupación. 

“Esto depende de Lamberto y Escajadillo que han trastocado el ritmo de vida del personal. Esa es
una de las cuestiones. Hay otras de arrastre, como la salarial y el estado de los móviles que es deplorable”, agregó Martínez esta tarde desde la Jefatura al móvil de Radio 2.

El comisario Vergara afirmó que los manifestantes son un tercio de la fuerza del Comando que realizó el turno de la mañana (desde las 6) y que finalizó a las 14, y a quienes no se les llegó a explicar cómo será el cambio de horarios. Más tarde que se conoció que el tercio de la fuerza del turno tarde se les sumó.

"No estamos acostumbrados"

Sobre lo inédito de la medida –se trata de policías armados que integran una institucional vertical y que se rebelaron a los mandos superiores– Vergara se limitó a decir: “No estamos acostumbrados, son cosas a las que tenemos que atenernos”.

El antecedente más cercano de una protesta policial es un autoacuartelamiento que se llevó a cabo en abril de 2005 en la Jefatura de calle Ovidio Lagos, para reclamar por el crimen de un oficial. Aquella protesta la lideró Martínez, de Apropol, quien después fue echado de la fuerza.

La respuesta del jefe Miranda

Efectivos del Comando Radioeléctrico se autoconvocaron este jueves al mediodía para repudiar un cambio de horarios que –aseguran– les complica hacer adicionales y les hace perder dinero.

El jefe de la policía de Rosario, comisario Walter Miranda, dialogó con los manifestantes y anticipó que van a "evaluar la situación" y "rever" la medida dado el malester generado. "Todas las inquietudes que plantean son comprensibles y las estamos analizando. Es un reclamo como de cualquier ciudadano", sostuvo.

Respecto de si la movida dejaba desprotegida a la ciudad, Miranda lo negó. "El resto de los móviles del turno están trabajando. Ellos ya terminaron con su horario de trabajo".

Más allá de que los policías no son "como cualquier ciudadano" ya que entre otras cosas portan un arma, la pregunta que no logró responder el jefe de unidad fue qué hacían los uniformados a bordo de los patrulleros en la Sede de la Gobernación si justamente estaban fuera de servicio.

"Están jugando con la seguridad"

Alberto Martínez, quien conduce el gremio policial no reconocido Apropol, aclaró ante las cámaras de El Tres que "el personal se autoconvocó" porque "está hastiado".

"Les acaban de meter la mano en el bolsillo, les sacaron 400 pesos de un día par el otro. Ahora aumentan la cantidad de horas, están jugando con la seguridad. A la cúpula de la Unidad Regional II lo llevan a una encerrona con el personal. El personal, en el poco tiempo que le queda hace adicional, pero ahora pierden los adicionales y ¿con qué consiguen tener para comer?", planteó.