La tensión social y política en la provincia de Neuquén por la muerte del docente Carlos Fuentealba sigue en crecimiento hoy con rutas y puentes cortados, en tanto legisladores de la oposición confirmaron que pedirán el juicio político del gobernador Jorge Sobisch, quien sin embargo goza de mayoría en la Legislatura.

Mientras tanto, el ministro del Interior, Aníbal Fernández, volvió a descartar la intervención federal a la Provincia, pero el Gobierno nacional seguía hoy con atención la evolución de los acontecimientos que disparó la represión policial del miércoles.

Por la muerte de Fuentealba hay un solo detenido, el agente de la policía de Zapala José Darío Poblete, de 34 años, sobre quien ya piensan una condena por "apremios ilegales" y otra por "vejaciones". Poblete se negó a declarar ante el juez Cristian Piana y todavía no se habían conocen novedades en torno a la investigación.

El cuerpo de Fuentealba estaba en el cementerio a la espera de una autorización judicial que permita su taslado a Junín de los Andes, de donde era oriundo el malogrado docente.

El episodio provocó una verdadera conmoción nacional y en ese contexto, la CTA convocó a un paro general para mañana lunes, al que adhirió la CGT con una hora de cese de actividades, entre las 12 y las 13.

Además, habrá una marcha de repudio a la Casa de la Provincia de Neuquén. En esa provincia, en tanto, los bloques legislativos de la oposición se unieron y anunciaron ayer que presentarán en las próximas horas un pedido de juicio político contra Sobisch.

Al mismo tiempo que en la capital de Neuquén se repetían las protestas y se mantenían bloqueados los puentes que comunican con Río Negro.

El planteo formal de la oposición ingresará mañana a la Legislatura, aunque su tratamiento podría ser bloqueado por los representantes del Movimiento Popular Neuquino, partido que tiene mayoría en el recinto. Por esa razón, los legisladores de la oposición apelaron a los aliados al MPN, que necesita de estos ya que no tiene quórum propio.

El juicio político fue justificado en la responsabilidad de Sobisch sobre el accionar de las fuerzas de seguridad de la Provincia, según afirmaron los legisladores Raúl Radonich, Pablo Tommasini (Frente Grande), Beatriz Kreitman, Carlos Moraña (ARI - PI), Eduardo Mestre (Recrear), Jesús Escobar (Libres del Sur) y Ricardo Rojas (MID).

Por otra parte, el gobierno neuquino mantenía silencio respecto de la decisión de Sobisch ante las renuncias presentadas por todos los miembros del gabinete. De todas maneras, fuentes del oficialismo indicaron que en las próximas horas podrían anunciarse importantes cambios en la estructura ministerial, además del relevo de las principales autoridades de la Policía provincial.

Si bien el gobernador había indicado el jueves que se tomaría todo el fin de semana para decidir qué renuncias aceptaba, los voceros consultados mencionaron que los cambios se presentarían públicamente a la brevedad, con el objetivo de atenuar el malestar social y evitar nuevos conflictos el lunes, fecha en la que se desarrollarán nuevas movilizaciones en el marco del paro de la CTA y la CGT.

Ayer, en tanto, hubo un escrache frente a la sede del bar Varoli, ubicado en un shopping de la Capital. El espacio reúne habitualmente a los políticos neuquinos y si bien figura a nombre de otra persona, existen fuertes rumores sobre la pertenencia al propio gobernador Sobisch.

Está previsto una manifestación similar frente a la casa del secretario de Seguridad de la provincia, Raúl Pascurelli, en la ciudad de Centenario, ya que ese funcionario fue el que habló de "enfrentamiento" entre docentes y policías en Arroyito, e incluso planteó la posibilidad de que el disparo que mató a Fuentealba hubiera sido "accidental".


El gobierno insistió en condenar la represión

Luego de que dirigentes gremiales y funcionarios de la oposición criticaran el silencio del gobierno nacional respecto de la violencia ocurrida en una protesta docente en Neuquén que derivó en la muerte de un profesor, Aníbal Fernández habló a la prensa.

En declaraciones a una radio porteña, el funcionario afirmó este sábado que ante la posibilidad de resolver temas salariales con una "herramienta fenomal" como las convenciones colectivas, "nunca debieran suceder cosas de estas características", en referencia a la muerte del maestro.

El titular de la cartera política explicó en declaraciones a radio Mitre que "las complicaciones por discusiones salariales o situaciones sociales van a ser una realidad y hay que saber administrarlas de la mejor manera". Aseguró que los conflictos sociales "son cada vez menos porque el gobierno se está ocupando pacientemente de producir esos cambios y tenemos una pobreza del 25 por ciento, la indigencia por debajo de un digito y eso en principio se va resolviendo paulatinamente".

Sobre la convocatoria a una jornada de duelo con paro general convocado por la CTA y la CGT para el lunes, Fernández dejó en claro que no le preocupa. Aunque admitió: "Me consterna y me pone muy mal". En ese sentido, consideró que un mensaje de texto que comenzó a circular ayer en miles de celulares de todo el país que dice
"Las tizas no se manchan con sangre" más que una metáfora "es una definición espectacular de lo que nos está sucediendo".
En tanto, respecto de los antecedentes penales del policía neuquino detenido, Darío Poblete, presunto autor del disparo que mató al docente Carlos Fuentealba, el ministro dijo que "es incomprensible" y llamó a la necesidad de profesionalizar a las fuerzas de seguridad provinciales como se está haciendo con las federales.

"Si es cierto que este señor se osfuscó porque el auto lo golpeó con el espejito o le pisó el pie con la rueda, en qué grado de locura estamos si esto fuera cierto y por eso mata una presona a un metro y medio, es una desproporción", sentenció. En tanto, sobre los cuestionamientos que algunos dirigentes de la oposición, como el ex ministro Roberto Lavagna, que consideran que esta situación se produce por un aumento otorgado
"electoralmente" a los docentes, Fernández consideró que se trata de "una chicana.

El gobierno nacional ya había reclamado este viernes "el máximo castigo" para los culpables de la muerte del profesor. Lo hizo a través de Scioli, quien aseguró: "Fue un hecho desgarrador, por el que siento una gran tristeza. Es muy cruel cómo fue asesinado el maestro Carlos". El vicepresidente agregó que el gobierno nacional está procurando "hacer una Argentina mejor, donde haya libertad y derecho a la protesta, y procurando resolver las cosas a través del diálogo, sin violencias".