La jornada de huelga general en Perú dejó hoy varios heridos y duros enfrentamientos entre la policía y los maestros que tomaron el aeropuerto de Puno, mientras prosiguen manifestaciones y bloqueos de carreteras en todo el país.
A dos semanas de cumplirse el primer año de gobierno de Alan García, Perú vive una convulsa jornada debido al paro convocado por la Central General de Trabajadores del Perú (CGT), que exige una mayor distribución de la riqueza nacional.
La huelga, que ha paralizado prácticamente todo el país, se vio, sin embargo, eclipsada en los medios de comunicación por la decisión del magistrado chileno Orlando Álvarez de rechazar la extradición del ex presidente Alberto Fujimori (1990-2000).
A la convocatoria del principal sindicato peruano se sumaron otros sectores productivos, como mineros, agricultores y maestros, estos últimos en huelga indefinida desde el 5 de julio. Los enfrentamientos más graves se registraron en la sureña región de Puno, donde los docentes quemaron bienes y saquearon la terminal aérea de la capital, Juliaca, lo que provocó un duro enfrentamiento con la policía.
Estas acciones de fuerza, que se saldaron con un número indeterminado de heridos, según Radio Programas del Perú (RPP), empezaron sobre las 08.00 horas (13.00 GMT) cuando cerca de 5.000 personas llegaron al aeropuerto y ocuparon las pista de aterrizaje, lo que obligó a cancelar los vuelos.
En la ciudad norteña de Piura, donde las protestas reunieron a más de 15.000 manifestantes, y en Tarma (centro del país) también se informó de heridos, aunque las autoridades aún no han confirmado estos hechos.
Mientras tanto, en Lima, varios grupos marcharon desde diferentes puntos hacia el centro, donde unas 7.000 personas se concentraron resguardadas por un cordón policial y leyeron un comunicado público.
Esta marcha pacífica estuvo encabezada por los dirigentes del Sindicato Unitario de Trabajadores de la Educación de Perú (Sutep), bajo el lema "jornada de lucha", a la que se sumó el líder de la oposición, el ex comandante nacionalista Ollanta Humala.
En Cuzco se cancelaron vuelos, así como el servicio de trenes que llevan a Machu Picchu, a la región de Puno y a la ciudad de Arequipa, lo que dejó varados a cientos de turistas, días después de que la ciudadela inca fuera declarada una de las nuevas siete maravillas del mundo.
Los turistas también se vieron afectados en Iquitos, la capital de la Amazonía peruana, donde siguen cortadas algunas vías. Además, la carretera Panamericana, que surca Perú de norte a sur, está bloqueada en varios tramos, lo que ha provocado una gran congestión de vehículos.
Ayer, las protestas de los docentes, contrarios a la nueva Ley Pública Magisterial por considerar que pone en peligro su estabilidad laboral, se cobraron la vida de una niña de doce años en la ciudad alto-andina de Abancay.
El presidente García volvió hoy a calificar de "radicales, suicidas y locos" a los manifestantes, especialmente a los de Puno, y aseguró que éstos "no quieren que las cosas cambien en el país", antes de proseguir con su agenda oficial que hoy incluyó un reconocimiento a Machu Picchu.
Por su lado, el primer ministro, Jorge del Castillo, comentó que detrás de los disturbios están Patria Roja, el Partido Comunista y el Partido Socialista. En declaraciones a RPP, Del Castillo agregó que aunque el derecho a la huelga es "democrático", el gobierno se mantendrá inflexible, un día después de decretar que las Fuerzas Armadas contribuyan al mantenimiento del orden junto a la policía.
Por su parte, el titular del Interior, Luis Alva, informó que las fuerzas del orden respetarán los derechos humanos, pero cumplirán su misión, al puntualizar: "si hay desborde de violencia, los responsables serán detenidos y puestos a disposición de las autoridades".
Fuente: EFE