A McCurry, un restaurante de comida india en Malasia que ha ganado una larga batalla legal por su nombre con la cadena estadounidense McDonalds, se le ha quedado pequeña su única sucursal de Kuala Lumpur.

Un mes después de que los tribunales reconocieran su derecho a llamarse así, y aupado por la fama que en todo el mundo le ha dado la sentencia, el dueño apuesta por la internacionalización de la marca y tiene previsto abrir franquicias fuera del país.

"Tenemos que aprovechar que ahora somos el restaurante indio más famoso del mundo", indica a Efe con una sonrisa de oreja a oreja el propietario, P. Suppiah.

El dueño, de 45 años, asegura que en apenas un mes ha sido contactado por varios inversores de otras zonas de Asia y Oriente Medio interesados en una franquicia.

"Justo después de la confirmación del fallo por el Tribunal Supremo, empecé a recibir más de 300 correos electrónicos diarios. Incluso nuestra página web no pudo soportar la cantidad de visitas de personas de todo el mundo", señala orgulloso Suppiah.

El pasado 8 de septiembre, un juez malasio determinó que McDonalds no tiene el monopolio sobre el prefijo "Mc" y que cualquier establecimiento tiene derecho a usarlo en su nombre, siempre que sus productos sean claramente distintos a los del gigante norteamericano de hamburguesas y patatas fritas.

La sentencia puso fin a ocho años de litigios que arrancaron cuando la empresa de Estados Unidos denunció al restaurante malasio por usurpar su identidad sin permiso, y en 2006 un tribunal de Kuala Lumpur les dio la razón.

McCurry recurrió el dictamen y finalmente el Supremo aceptó la tesis de sus abogados de que el nombre significa "Malaysian Chicken Curry" y que el color rojo y amarillo de su logo, idéntico al de McDonalds, no vulneraba la identidad corporativa del demandante.

"Son dos negocios distintos que venden comida distinta y no tienen la misma clientela", declara en el fallo el juez Arifin Zakaria. La justicia incluso dio por buena la versión del denunciado de que decidió emplear el prefijo "Mc" porque en el pasado tuvo relación con una familia escocesa.

De hecho, el fotógrafo estadounidense Steve McCurry, mundialmente famoso por su instantánea de una niña de ojos verdes durante la guerra de Afganistán que en 1985 fue portada de la revista National Geographic, se interesó por la historia y se ha comprometido a visitar el restaurante, dijo Suppiah.

El humilde propietario, un malasio de origen indio que abrió su pequeño negocio familiar junto a su esposa Kanaeges en 1999, doblegó así al gigante McDonalds, que dispone de 185 sucursales sólo en Malasia y más de 32.000 en todo el mundo y factura casi 71.000 millones de dólares anuales.

"Tenemos cada vez más clientes y mi sobrino, que vive en Londres, nos cuenta que incluso en Europa todos hablan de McCurry", afirma Suppiah.

Ante un éxito tan abrumador, el empresario ha contratado a un equipo de asesores para elaborar una estrategia internacional de franquicias y tiene previsto abrir los primero establecimientos en Sri Lanka y las Maldivas con un menú de comida tradicional india en el que no puede faltar, por supuesto, el pollo al curry.

Según los expertos, la sentencia judicial en Malasia establece un precedente jurídico para otras empresas del Sudeste Asiático, pues hasta ahora siempre ha prevalecido la política de tolerancia cero con los "pequeños" en beneficio de las grandes multinacionales.

"La verdad, sólo puedo agradecer a McDonalds lo que ha hecho por nuestro negocio, nunca imaginé tener una oportunidad así, y espero poder aprovecharla", confiesa el dueño de McCurry.

Fuente: EFE