Historia conmovedora la de Miguel Arias, un hombre que a sus 96 años se mantiene en la práctica del deporte como lo hacía muchas décadas atrás. Se trata de un nadador de “Los Tiburones” de Arroyo Seco, un grupo inclusivo que reúne a personas con y sin discapacidades.

Miguel vive en la localidad de Fighiera pero viaja a Arroyo Seco, acompañado de su hijo Leonardo, “para entrenar como uno más”, destacan en el grupo integrador.

Orgullosos, cuentan que a pesar de encontrarse en las puertas de su primer centenario, este hombre –que de joven nadó con glorias de las aguas abiertas– está “lúcido y con las ganas intactas: camina, nada crol y espalda y se le llenan los ojos de lágrimas cuando cuenta que acompañó a Pedro Candioti y Antonio Albertondo en sus hazañas”.

La referencia es a dos próceres de la natación argentina: Candioti, santafesino conocido como "El Tiburón del Quillá", pasó a la historia como campeón mundial de permanencia en aguas abiertas, con raids de hasta 100 horas de nado ininterrumpido en las primeras décadas del siglo 20. Y el “Gordo” Abertondo fue otro deportista destacado en la especialidad, que cumplió (en 1961) la proeza inédita de cruzar ida y vuelta el Canal de La Mancha (44 millas) en un total de 43 horas 5 minutos, entre otras gestas.

“Nos llena de vida su presencia –expresan desde Arroyo Seco al compartir esta historia–; los Tiburones recogemos estas historias y nos enorgullecemos de que nos identifiquen con ellas”.