Vélez Sarsfield y Tigre empataron 2 a 2 en el estadio José Amalfitani, en el partido que cerró la 16ta. fecha bajo un signo de "dramatismo", una palabra exagerada cuando se trata de un análisis deportivo, pero que en este caso resultó apropiada porque una grave lesión del arquero visitante Javier García incidió directamente en el resultado final.

Es que el ex Boca Juniors padeció una severa lesión ósea en el tobillo izquierdo cuando el partido expiraba y su equipo, que ganaba por 2 a 1 (el episodio se produjo justamente cuando Milton Caraglio logró el descuento), ya había realizado los tres cambios.

Esto derivó en que los ocho minutos de descuento que otorgó el árbitro Diego Abal los debiera jugar Tigre con el zaguero Leandro González Pírez como arquero, hasta que a 60 segundos del epílogo el ingresado Eric Godoy cometió una innecesaria mano dentro de su área que el propio Caraglio cambió por gol.

Antes de todo eso, el 80 por ciento del tiempo Vélez fue el dueño de la pelota, pero en ese lapso no creó las opciones que sí generó Tigre, y que precisamente no surgieron durante "su" 20 por ciento, sino en un par de contras que engarzó mientras su rival dominó, que en este caso no fue sinónimo de atacó.

Los dirigidos por Miguel Angel Russo, diezmados por suspensiones (seis fechas cumple Fabián Cubero y tres Emiliano Amor) y ventas (Mariano Pavone y Hernán Pellerano), presentaron los debut de Damián Pérez y el retornado Iván Bella, demasiado poco para solventar una actualidad paupérrima y sin expectativas de mejoría.

Los de Gustavo Alfaro, que fue expulsado promediando el segundo tiempo por protestar ante la demora del reingreso de Joaquín Arzura, que había salido del campo por lesión, no pudieron contar con los suspendidos Juan Carlos Blengio y Ernesto Goñi, pero contaron con la inestimable presencia como titular del colombiano Sebastián Rincón, héroe de la jornada hasta la media hora del segundo tiempo, más el debut de Federico González, quien lo reemplazó, y a la sazón fueron los autores de los dos tantos del "Matador".

Y la mención de ambos técnicos no es ociosa, ya que entre ambos existen profundas diferencias, originadas en tiempos en que Alfaro reemplazó a Russo en Rosario Central.

Después, en lo futbolístico, el ex técnico de Racing y Estudiantes de La Plata fue el que salvó la ropa al final, porque el ex Arsenal y San Lorenzo le había ganado el duelo táctico hasta el minuto final del juego, aún jugando con 10 hombres desde los 11 minutos del segundo período por la expulsión del bisoño lateral izquierdo Nicolás Pantaleone, reemplazante del mencionado uruguayo Goñi.

Precisamente con un hombre menos fue cuando mejor se manejó el conjunto de Victoria, ya que de contraataque le convirtió dos tantos en poco más de un cuarto de hora, y pese al empate final de los de Liniers, estos no le pueden ganar como locales a los "azulgranas" desde el torneo Apertura de 2010 (dos empates y dos triunfos).

El epílogo, entonces, tuvo la emoción de los goles y el "dramatismo" de la "fea" lesión de García, que se retiró llorando del estadio velezano, con una bota de prevención sobre el tobillo izquierdo para evitar cualquier posible desplazamiento óseo ante la eventualidad de una fractura de maléolo tibial, algo factible de acuerdo a lo observado cuando el tobillo externo y la rodilla se le fueron para el mismo lado.