Mucho, todo junto y mezclado. La presentación de Showmatch 2008, que marcó el regreso de Tinelli y su troupe a la pantalla chica después de cuatro meses de ausencia, fue ambiciosa y de lo más ecléctica. Eran 230 los artistas que ofrecieron en forma continuada pequeñas coreografías con los ritmos más diversos.
Pero después del llamativo y aplaudido tumulto, pronto todo volvió a la normalidad. Que era exactamente lo que esperaba el espectador.
Con los ojos cerrados, sin repetir y sin chistar, la cronometrada rutina de Tinelli: “Buenas noches, América”, charla con las bailarinas, saludo a Adrián Suar, chistes varios, publicidades intercaladas, alguna que otra alusión al fútbol y/o a la política nacional, presentación del jurado (polémica mediante) y de los participantes (polémica mediante bis), comentarios sobre los puntajes, hasta el próximo programa.
En definitiva, variaciones mínimas, aunque vistosas, de una fórmula que hace tiempo ha confirmado ser una verdadera gallina de los huevos de oro.
Con una mano en el corazón: quien busca lo diferente no ve Showmatch. Los participantes cambian, pero en la lista siempre habrá modelos, cantantes, actores, actrices, ex parejas rabiosas, algún invitado extranjero y “personalidades mediáticas” de dudosa profesión. Puede que bailen, canten o patinen. El jurado varía, pero siempre está el simpático, el bueno, el malo y el peor.
El número puesto es la polémica. Siempre habrá, al menos, una por programa para aumentar o afianzar el rating. Carmen Barbieri y Moria Casán, antiguas enemigas que ahora son colegas en el jurado, fueron quienes ayer arrancaron haciendo barullo, polémica que después volvió a sentirse entre participantes. No es esencial saber qué sucede realmente detrás de bastidores. Lo que registran las cámaras bastará para llenar varios programas de chimentos. Siempre habrá alguna víctima famosa dispuesta a sacrificarse para participar del escándalo de la semana.
La exitosa fórmula de Tinelli parece ser “no renovarse es triunfar”. Todo se renueva para ser, si no exactamente, casi igual. Más de lo mismo. Y vaya si funciona.
Tinelli is back, my friends. Los que tengan dudas, verifiquen la planilla de rating.


