Después de las Fiestas todos terminamos hinchados por varios días y con algunos kilitos más de la cuenta. Es hora de empezar a cumplir con aquello que alguna vez prometimos: arrancar con hábitos más saludables. La principal traba no está en el estómago sino en la cabeza, y es por eso que los psicólogos brindan una serie de consejos para no claudicar en el intento.

No rendirse: adoptar una actitud fatalista es garantía de incumplimiento de metas. Si alguna vez nos tentamos y rompemos la dieta por un día, no hay que pensar “fracasé, me rindo”, sino que hay que tomarlo como un revés ocasional y persistir para recomenzar al día siguiente.

Buscar redes de contención: hacer algo solo es más difícil porque no está al lado tuyo esa persona que controla que no caigas, o que te ayuda a levantarte si eso ocurre. El apoyo de la pareja, familia y amigos es clave, pero también se aconseja emprender objetivos en conjunto. Según el portal Doc Salud, las mujeres se benefician más de ello que los hombres.

Objetivos alcanzables: si hace meses que no hacés actividad física, no podés plantearte correr una maratón porque te vas a lesionar, no la vas a terminar y terminarás frustrado. Lo ideal es empezar con objetivos pequeños de rápido cumplimiento para ir ganando confianza y después ir poniéndose otros más ambiciosos.

Ambiente que motive al éxito: por caso, no tener chocolate en la casa es una buena forma de no tentarse y hacer peligrar la dieta. Evitar las situaciones que provoquen ansiedad ayudará en la lucha contra el cigarrillo.

Anotarse los progresos: hay que dejar asentados los cambios que se van haciendo día a día porque eso permite evaluar el progreso, revisar conductas y comprobar el esfuerzo que se está haciendo para alcanzar el objetivo y el tramo que falta para alcanzarlo.