Las autoridades militares evitaron especular sobre las causas que llevaron a Nidal Malik Hasan, un médico psiquiatra militar de origen jordano, a abrir fuego en la Base de Fort Hood, en Texas (EE.UU.), en una acción que causó la muerte de 13 personas.

De momento, según indicaron las autoridades militares en una conferencia de prensa convocada esta mañana en Texas, la investigación está en marcha y el agresor se encuentra vivo y hospitalizado en condición estable .

Las autoridades mantuvieron hoy en 13 la cifra de víctimas mortales del tiroteo e indicaron que hay 28 heridos que son ahora su "máxima preocupación". Las víctimas mortales son, según dijeron, 12 militares y un civil. La mitad de los hospitalizados requirió cirugía.

En la conferencia de prensa, el coronel John Rossi y su colega médico Steve Braveman, indicaron que las autoridades están concentradas ahora en tres aspectos: el cuidado de los heridos, la seguridad de la Base del ejército y la notificación a los familiares de las víctimas.

Agregó que la información inicial de que el atacante había muerto -se mantuvo durante varias horas- se debió a que cuando Nidal Malik Hasan comenzó a disparar en un recinto, donde había unas 400 personas, se produjo no sólo pánico sino una gran confusión que condujo al error.

Destacaron que los militares en esta zona de la base no llevan armas, pero que los oficiales están autorizados a poseer sus propias armas.

La base militar no se ha cerrado y tratan de recuperar, en lo posible, la normalidad.

El ataque se produjo a las 13.30 hora local (19.30 GMT) del jueves en el centro de preparación de esta base militar, que acoge a unos 42.000 soldados y es la más grande de Estados Unidos en todo el mundo.

Malik Hasan, que portaba un arma corta, abrió fuego en las instalaciones de este centro, que acoge a los soldados que están a punto de ser enviados al frente, y que estaban recibiendo una última revisión médica.

Fuente: EFE