Primero fue Patronato, que quería salir de su reducto para aprovechar el entusiasmo de Central y generar un volumen de recaudación mayor. Luego fue el Canalla el que, gustoso, aceptó el convite de mudarse a un estadio mayor para ganar en concurrencia y en el aspecto futbolístico al salir del pequeño Grella. Pero luego el Ministerio de Seguridad provincial dijo no a la mudanza hacia Santa Fe. Y empezó la polémica.

Controversia que tuvo su punto álgido este lunes, cuando el presidente de Central, Norberto Speciale, acusó al gobernador Antonio Bonfatti de decidir la negativa a garantizar la seguridad del encuentro en el estadio de Colón por su simpatía con Newell´s. Y hasta lo acusó de haber ido a una reunión de gabinete, en sus tiempos de ministro, con la casaca leprosa. Una jugada osada que, a juzgar por el resultado, surtió su efecto.

Es que cuando parecía que ya nada haría cambiar la postura del gobierno santafesino de no garantizar la seguridad del espectáculo deportivo (aduciendo la vieja enemistad entre Central y Colón y la posibilidad de enfrentamientos), este lunes por la noche se hizo la luz. Y la versión más fuerte indica que este martes al mediodía en la capital provincial habrá fumata blanca y se dirá que habrá partido en el Brigadier López. Pero el lunes, a la tarde y con acceso del público visitante.

A las doce de este martes, se reunirán en el Ministerio de Seguridad provincial el titular de esa cartera, Leandro Corti; el presidente de Central, Norberto Speciale; el mandamás de Patronato, José Gómez; y Germán Lerche, quien dirige los destinos de Colón, que prestará su escenario para el encuentro, que en principio iría el lunes con horario a definir (14 o 15 horas). Un final feliz para los canallas, que seguramente dejará más tela para cortar cuando llegue la hora de las explicaciones a las mutaciones de postura.