El mundo comenzó a recibir la Navidad en horas del mediodía argentino este jueves 24, cuando en los países más orientales del planeta sonaron las doce campanadas que dieron paso al 25. Y progresivamente, como una ola expansiva, los festejos se fueron desparramando de derecha a izquierda en el planisferio, a través de diferentes culturas pero con el mismo espíritu de paz y unión.

En el Vaticano, el papa Benedicto XVI encendió el Cirio de la Paz en la ventana de su apartamento, que da a la plaza de San Pedro, poco después de que se descubriese, en una desapacible tarde lluviosa, el Portal de Belén de tamaño natural construido en mitad del recinto vaticano, delante del obelisco.

La inauguración del Nacimiento y el encendido del cirio son los dos ritos tradicionales con los que dan comienzo las celebraciones navideñas en el Vaticano, donde más tarde el sumo pontífice oficiaba en la basílica de San Pedro la Misa del Gallo.

Durante el encendido del cirio, Ratzinger no pronunció frase alguna, sólo rezó unos segundos por la paz en el mundo y con la vela hizo la señal de la cruz. Después con la mano saludó y bendijo a los presentes en la plaza.

En casi toda Europa la Nochebuena presentó un tradicional marco de nieve, dada la ola de frío que afecta al continente y que en la última semana provocó muertes y serias complicaciones en el transporte y otras actividades sociales.

La crisis económica golpea en Belén

La crisis económica que afecta al mundo también se deja ver este año en Belén, donde la tradicional ceremonia de Nochebuena y los actos que rodean a la Navidad contaban con un menor número de turistas y peregrinos.

El director de la municipalidad de Belén, Tony Marcos, estima que durante la semana de Navidad alrededor de medio millón de personas habrán visitado la ciudad, cifra inferior a la del pasado año, según dijo.

Durante el año habrán visitado la ciudad alrededor de un millón de personas, lo que supone unas 250.000 menos que en 2008, según Marcos, quien resaltó que "la crisis internacional se nota y el acceso a través de los puestos de control dificulta y la llegada de visitantes".

Y por último, América

Por el sistema horario vigente, el continente americano es siempre el último en recibir la Navidad. En el norte se vive luego de un fuerte temporal de nieve pero con un clima festivo acorde, al igual que en Latinoamérica, donde en varios lugares se celebra pensando en el bolsillo y la seguridad.

Por caso, en El Salvador reciben el 25 con menores gastos ante la situación económica del país, cuyo PIB decrecerá un 3,3 este año, y preocupados por los índices de inseguridad, que se cobró más de 4.000 vidas en lo que va de 2009.

"Esta vez toca cuidar el pisto (dinero)", dijo a la agencia Efe Doris, una peluquera de 40 años y madre de dos hijos, que ha decidido gastar menos en estas fiestas "porque no se sabe cómo vendrá el 2010".

Su apreciación coincide con una encuesta navideña difundida por la Defensoría del Consumidor, según la cual un 77 por ciento de los consultados dijo que celebraría esta fecha, mientras que un 23 por ciento aseguró que no.