“La aspirina está infrautilizada para prevenir cardiopatías”, concluyó una investigación presentada en el Congreso de la Sociedad Europea de Cardiología que se está realizando en Barcelona.

La investigación, que involucró a 7.363 médicos europeos, asiáticos y suramericanos, reveló que aunque la terapia con dosis bajas de aspirina fue prescrita al 85 por ciento de los pacientes que había sufrido un infarto de miocardio previo, el cumplimiento de la misma no fue óptimo en más del 30 por ciento de los casos.

El cumplimiento de las terapias con aspirina ayudaría a reducir el problema a nivel mundial que supone la amplia incidencia de las dolencias cardiovasculares y las discapacidades que provocan, según los expertos.

Las enfermedades coronarias y el ictus causan una de cada tres muertes en el mundo, lo que supone unos 17 millones de fallecidos al año, mientras que el número de personas con riesgo de sufrirlas continúa aumentando, afirmaron los responsables del estudio.

"A pesar de la disponibilidad de medidas preventivas eficaces, su insuficiente utilización significa que la carga global de la enfermedad cardiovascular continuará creciendo", afirmó Shahryar Sheik, ex presidente de la Federación Mundial del Corazón (FMC).

Una solución para aumentar la efectividad de los tratamientos con aspirina pasaría por incrementar la implicación del paciente en el proceso de toma de decisiones, apuntó el investigador del estudio Augusto Zaninelli, quien se mostró preocupado por el insuficiente diálogo entre médicos y enfermos.

Los expertos subrayaron la necesidad de mejorar la educación de los pacientes, incrementar el conocimiento sobre las recomendaciones de las guías médicas entre los facultativos, y mejorar los sistemas de atención para asegurar el cumplimiento de las recomendaciones médicas.

Sheik resaltó que las dolencias cardiovasculares tienen un impacto sustancial en la economía global debido al coste del tratamiento cargado a los sistemas sanitarios, y a la pérdida de ingresos y producción que suponen para el enfermo.

El profesor de Economía de la Salud y Farmacoepidemiología de la Universidad de Ghent (Bélgica), destacó por su parte la buena relación entre el coste y la efectividad del uso de dosis bajas de ácido acetilsalicílico, "incluso en personas con un riesgo bajo de accidente cardiovascular".

Fuente: Europa Press