Luego de su sorpresaiva visita a la ciudad palestina de Ramalá, el primer ministro británico, Tony Blair, llegó a Tel Aviv para reunirse con la ministra israelí de Asuntos Exteriores, Tzipi Livni, y con el titular de Defensa, Amir Peretz, y luego el primer ministro Ehud Olmert.

El jefe del Gobierno británico llegó a Medio Oriente procedente de Irak en el momento en que se anunciaba en Gaza un acuerdo para el alto el fuego entre las milicias de Al Fatah y de Hamas cuando ambos bandos, tras una semana de violencia, estaban al borde de una guerra civil.

Desde la comitiva de Blair dijeron que su objetivo es promover las negociaciones de paz entre Olmert y el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abas, quien afirmó que desea "poner fin al ciclo de violencia con Israel".

El primer ministro británico, que pidió el respaldo de la comunidad internacional al presidente Abas en sus divergencias con el primer ministro Ismail Haniye y Hamas, planteará a sus interlocutores israelíes varias peticiones de Abas, entre otras la de levantar las restricciones a los palestinos y la liberación de prisioneros a fin de crear una atmósfera favorable para negociar.