Los restos de los nueve estudiantes que junto a otras tres personas murieron en la noche del domingo en un accidente de tránsito en el norte de la provincia, fueron trasladados este lunes a bordo de un avión Hércules del Ejército nacional desde Reconquista a Buenos Aires y este martes eran velados en seis casas velatoria de la ciudad de Buenos Aires y en una particular.

Escenas de profundo dolor se vivían en los velatorios de los nueve estudiantes de la escuela porteña Ecos, todos ellos de entre 16 y 17 años.

Los féretros con los cuerpos de los jóvenes llegaron anoche. Uno fue trasladado en un avión privado, mientras que los demás llegaron anoche a Buenos Aires en un Hércules de la Fuerza Aérea.

En tanto, el ministro de Educación porteño, Eduardo Sileoni, se presentó en la casa velatoria en la que se despiden los restos de uno de los alumnos y la docente de la escuela y advirtió que "hay que hacer una investigación profunda porque deberían pagar los culpables de la tragedia".

Además de los nueve estudiantes y la docente que viajaban en el micro, fallecieron como consecuencia del choque los dos ocupantes del camión. También hubo 38 heridos de distinta consideración, de los cuales tres aún permanecen internados en estado delicado en Santa Fe.

Según testigos que venían en otros autos, el camión venía haciendo zig zag en plena recta, por lo cual se supone que el chofer iba dormido o estaba borracho.

El micro trasladaba un contingente de estudiantes de distintos cursos del Colegio Ecos, de Villa Crespo, sito en la calle Serrano 930. Los chicos, de entre 17 y 18 años de edad, retornaban a Buenos Aires, desde la localidad chaqueña de Quitilipi, donde habían concurrido luego de apadrinar una escuelita rural de El Paraisal.

Las fuentes informaron que la tragedia ocurrió pasadas las 22 del domingo en el kilómetro 650 de la ruta 11, en el lugar conocido como Paraje 213 en jurisdicción de la localidad de Margarita, perteneciente al norteño departamento Vera de Santa Fe.

Miguel Sotelo, un árbitro de fútbol santafesino que vio el momento en que el camión embestía de lleno al ómnibus de pasajeros causando una tragedia, habló con Radio 2 y afirmó que estaba sorprendido porque iba viendo cómo el camión transitaba en zig zag y de una forma "extraña", lo que confirmaría que su chofer se había dormido o estaba borracho.

Sotelo dijo que iba unos 200 metros detrás del camión, por la ruta 11, cerca de Margarita, cuando vio que el vehículo hacía una trayectoria vacilante, hasta que se incrustó en el medio del ómnibus que transportaba a los adolescentes que venían de un viaje solidario, pese a que iban en una ruta recta.

Dijo que se detuvo y pidió auxilio mientras intentaba ayudar junto a un médico que también viajaba por allí a las personas que estaban heridas. Había "cuerpos de personas muertas diseminados a varios metros de distancia, algunos sin piernas. No me voy a poder olvidar nunca de esto", recordó conmocionado.
Su versión es coincidente con la de otro automovilista, José María Cauciani, que dijo estar "shokeado" por la tragedia pero afirmó que cuando se trasladaba en la ruta pasó al colectivo de la empresa Godoy –donde viajaban los estudiantes– y luego divisó al camión "zigzagueando y con las luces altas".
"Me pegó con la parte del guardabarros en el espejo", dijo y agregó: "Si no volanteo me meto abajo de la rueda de él". Además sostuvo que el camión iba a una "alta velocidad" ya se notaba como se movía el acoplado.
En tanto, Sotelo dijo que le hicieron varias señas de luces al camionero, que nunca reaccionó.

A raíz del violento impacto al menos 12 ocupantes del micro fallecieron al igual que el chofer del camión.
Los voceros señalaron que del rescate intervinieron doce ambulancias, bomberos, personal policial y vecinos de toda la zona.

Los heridos de distinta consideración fueron trasladados a hospitales y centros asistenciales de Calchaquí, Vera,
Margarita, Malabrigo y Alejandra, además del hospital provincial José María Cullen de la ciudad de Santa Fe.
Tomás, uno de los estudiantes que resultó ileso al momento del choque, dijo: "Venía dormido, de pronto desperté en el piso del micro, todo estaba dado vueltas, podía escuchar gritos de dolor y llantos en medio de la oscuridad, no sé cómo pude salir hacia afuera". Por su parte, el conductor del colectivo sólo había sufrido contusiones de carácter leve.

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El árbitro Sotelo, uno de los testigos, habló con Radio 2