La ciudad de Santa Cruz amaneció este sábado el calma luego de los incidentes que este viernes protagonizaron opositores y partidarios del presidente boliviano Evo Morales. Los manifestantes dieron un firme ultimátum al mandatario y advirtieron que formarán un gobierno autónomo si no escucha sus demandas.

Los reclamos autonomistas de los estados "rebeldes" del oriente (Santa Cruz, Beni, Pando y Tarija) derivaron en cortes de rutas y el estallido de violentos enfrentamientos que dejaron 22 heridos de bala. Morales llamaría a una cumbre política amplia en un intento por encontrar salidas a la crisis.

El vocero de gobierno, Alex Contreras, manifestó que los enfrentamientos se registraron en la localidad de San Julián, cuando cientos de campesinos opositores intentaban despejar un bloqueo carretero de oficialistas para impedirles el paso a la ciudad de Santa Cruz, a 570 kilómetros al sureste de La Paz. El funcionario responsabilizó de los enfrentamientos a "infiltrados" de la oposición.

El envío de unos 100 policías normalizó la situación luego de separar a los grupos con gases lacrimógenos. "Estamos preocupados por lo que está pasando en San Julián, unionistas habrían atacado con armas de fuego a colonizadores", dijo Contreras aludiendo a la agrupación Unión Juvenil Cruceñista, que apoya la realización de un cabildo donde los asistentes podrían decidir darse un gobierno autónomo en contra de Morales.

Por su parte, el prefecto de Santa Cruz, Rubén Costas, denunció ante los periodistas que fue el oficialismo el que ocasionó la contienda por haber ordenado a sus partidarios realizar el bloqueo en la localidad cercana a Santa Cruz.