Un hombre que padecía ceguera parcial después de que le salpicase amoniaco en el ojo durante un ataque perpetrado hace 15 años ha recuperado la visión tras recibir un tratamiento a base de células madre de su ojo sano.

Russell Turnbull, de 38 años, sufrió graves daños en su ojo derecho cuando se encontró en medio de una refriega al regresar a casa una madrugada en la ciudad inglesa de Newcastle en 1994. De camino en el autobús, Turnbull trató de intermediar en una pelea entre dos hombres, pero resultó herido cuando uno de ellos roció a los pasajeros con amoniaco.

En un tratamiento experimental diseñado por varios médicos en el Instituto de Células Madre del Noreste de Inglaterra, en Newcastle, se le extrajeron células madre a Turnbull de su ojo sano y se cultivaron en una capa de tejido amniótico, que suele utilizarse como apósito para las quemaduras. El servicio sanitario británico (el NHS) dispone de un banco de bolsas amnióticas donadas por mujeres que han dado a luz mediante cesárea.

El producto químico le quemó la córnea, la membrana transparente que recubre la parte frontal del ojo, y destruyó las células madre que mantienen sana la córnea. «Sentí un dolor insoportable, me quemó el ojo cerrado», explicó Turnbull al periódico británico The Guardian. "Pasé dos semanas hospitalizado, hasta que pude abrir de nuevo el ojo. Fue como mirar a través de un cristal acrílico rayado".

A Turnbull le quedó una "insuficiencia límbica de células madre" (LSCD), una condición que perjudica seriamente a la vista, además de sentir dolor cada vez que parpadeaba o veía una luz muy fuerte.

Una vez que las células cubrieron la membrana, se transplantó una sección del tamaño de un sello en el ojo dañado de Turnbull. Dos meses más tarde, la membrana se había desprendido, tras aportar a su ojo dañado un suministro de células madre sanas, que se encargaron de reparar la córnea.

Las pruebas oculares que se le realizaron a los seis meses de la operación demostraron que la visión de Turnbull era tan buena como antes de haber sufrido el ataque. "Después del accidente sentí una rabia enorme durante mucho tiempo. Perdí el trabajo a causa de mi visión y ya no pude volver a practicar esquí acuático, deporte que se me daba bastante bien. El accidente me arruinó la vida y atravesé una época muy difícil", aseguró Turnbull. "El dolor y las molestias mejoraron casi de inmediato, y al cabo de un mes más o menos comencé a recuperar la visión. Antes sólo veía las letras más grandes de los gráficos de los oculistas, pero ahora distingo hasta las de la fila inferior", añadió.

El equipo médico, dirigido por Majlinda Lako y Francisco Figueiredo, ha tratado a otros siete pacientes que también padecían deficiencia límbica de células madre en un ojo. Algunos de los pacientes recuperaron la totalidad de su visión, mientras que otros, que padecían daños de mayor gravedad, experimentaron únicamente una mejora de la visión. Los detalles de este tratamiento han sido publicados en la revista estadounidense ´Stem Cells´.

Sajjad Ahmad, miembro del equipo, ha afirmado que se tratará a otros 25 pacientes antes de enviar los resultados al Instituto Británico para la Salud y la Excelencia Clínica (NICE por sus siglas en inglés), que podría aprobar el uso de este procedimiento por parte del servicio sanitario del NHS a partir del próximo año.

Fuente: The Guardian