En un reciente artículo, publicado en la revista, José Santacreu, José Manuel Hernández, José Hector Lozano y Pei-Chun Shih, del Departamento de Psicología Biológica y de la Salud de UAM, han tratado de establecer un procedimiento para "evaluar objetivamente" la minuciosidad. La minuciosidad es una de las más importantes variables de personalidad relacionada, especialmente, con el rendimiento en el trabajo. Ser minucioso es realizar una tarea de una manera ordenada y concienzuda, con independencia de la dificultad que le suponga al individuo. Evaluar la minuciosidad de manera objetiva ha sido uno de los retos del grupo de investigación “Psi” de la UAM en los últimos ocho años.
Mientras que las habilidades y competencias de los individuos se han evaluado objetivamente, la personalidad se ha llevado a cabo preguntando a las personas su opinión sobre sí mismas. En la evaluación de las competencias se han construido test objetivos para evaluar habilidades, proponiendo tareas o problemas que demuestren su conocimiento o competencia. Sin embargo, para estudiar la personalidad, el modo en el que los individuos se comportan, los psicólogos han construido cuestionarios a través de los cuales cada individuo pudiera describir su comportamiento habitual, sus creencias o expectativas relativas a un amplio número de situaciones.
Preguntas como ¿Tiene conciencia de la realización de las tareas que se le encomiendan? ¿Comprueba repetidamente los detalles de su trabajo? ¿Le gusta revisar su trabajo antes de entregarlo definitivamente? Son habituales en un cuestionario de personalidad para evaluar la minuciosidad y la responsabilidad de una persona.
Los autores de este trabajo no pretenden obtener información a través de lo que el individuo dice sino que le proponen realizar una tarea en la que se puede observar si efectivamente la persona se comporta de forma minuciosa a la hora de resolverla. En un trabajo previo estos investigadores ya presentaron una prueba informática objetiva para evaluar la minuciosidad (TM-A) que mostró una amplia variabilidad en la distribución de las puntuaciones del test, un índice de fiabilidad de 0,76 y además comprobaron que la puntación en minuciosidad obtenida en el test, no estaba relacionada con la habilidad con la que cada individuo resolvía la tarea.
Sin embargo, para estar seguros de que se medía de manera objetiva y correcta el grado de minuciosidad del individuo se tuvo que diseñar una segunda tarea, diferente de la primera, en la que pudiera obtenerse un índice de minuciosidad para cada persona de manera que ambas pruebas mostraran una puntuación similar.
En la primera tarea se les pedía que realizaran un trabajo de discriminación visual, propia de las labores de control de calidad de los productos, en la que se tienen que identificar los errores. La nueva tarea que se presenta en esta última publicación, en Psicothema, se trata de identificar aquellos objetos pertenecientes a una de varias categorías, tratando de clasificarlos correctamente. Los resultados obtenidos muestran que la relación entre ambas pruebas es de 0.638. La investigación supone un paso más en la construcción de pruebas objetivas de personalidad y apunta a que en breve se tendrá un catálogo de instrumentos de medida objetivos en este campo.
Fuente: Servicio de Información y Noticias Científicas


