Una turista alemana murió al caer a un precipicio de más de cincuenta metros en la Cuesta de Zapata, en Tinogasta, situada a 300 kilómetros al oeste de la capital catamarqueña.
Ingrid de Bartes, de 45 años, recorría el viernes la Cuesta junto a su marido cuando, por lo dificultoso del camino, descendió del camión que tripulaban para indicar una maniobra, pero pisó en falso y cayó al vacío, informaron fuentes policiales.
Jorge Bartes, esposo de la mujer, intentó llegar hasta el lugar donde se encontraba el cuerpo, pero ante la imposibilidad de descender por la ladera, acudió en busca de ayuda a la comisaría de Tinogasta, a 25 kilómetros del lugar de la tragedia.
Equipos integrados por personal de Bomberos y Defensa Civil trabajabaron intensamente hasta horas de la madrugada de hoy para rescatar el cuerpo de la mujer, informó el sitio CatamarcaYa.com.
La Cuesta de Zapata es una parte en desuso del antiguo trazado de la emblemática Ruta Nacional Nº 40, que corre paralela a la Cordillera de los Andes y, en algunos casos, tiene derivaciones como este viejo tramo entre Tinogasta y Belén.
En Catamarca, se pueden recorrer tramos de la Ruta 40 que están asentados sobre el originario Camino del Inca en el Collasuyo, una de las cuatro direcciones cósmicas del Tahuantinsuyo, cuyo centro estaba en Cusco, Perú.
Ingrid de Bartes, de 45 años, recorría el viernes la Cuesta junto a su marido cuando, por lo dificultoso del camino, descendió del camión que tripulaban para indicar una maniobra, pero pisó en falso y cayó al vacío, informaron fuentes policiales.
Jorge Bartes, esposo de la mujer, intentó llegar hasta el lugar donde se encontraba el cuerpo, pero ante la imposibilidad de descender por la ladera, acudió en busca de ayuda a la comisaría de Tinogasta, a 25 kilómetros del lugar de la tragedia.
Equipos integrados por personal de Bomberos y Defensa Civil trabajabaron intensamente hasta horas de la madrugada de hoy para rescatar el cuerpo de la mujer, informó el sitio CatamarcaYa.com.
La Cuesta de Zapata es una parte en desuso del antiguo trazado de la emblemática Ruta Nacional Nº 40, que corre paralela a la Cordillera de los Andes y, en algunos casos, tiene derivaciones como este viejo tramo entre Tinogasta y Belén.
En Catamarca, se pueden recorrer tramos de la Ruta 40 que están asentados sobre el originario Camino del Inca en el Collasuyo, una de las cuatro direcciones cósmicas del Tahuantinsuyo, cuyo centro estaba en Cusco, Perú.
