El jefe de la Unidad Regional II de Policía, Walter Miranda, reveló que en requisas realizadas en el club Newell’s Old Boys luego de los incidentes que derivaron en la suspensión del clásico, se secuestró un arma 9 milímetros escondida en un depósito de agua de un inodoro de la pensión donde se alojan jugadores de las inferiores.

No es la única irregularidad con la que se toparon los investigadores que tienen que reconstruir lo que pasó en el club. El ministro de Seguridad, Raúl Lamberto, confirmó que no hay videos de los incidentes, pues al menos tres cámaras estaban fuera de funcionamiento.

La dirigencia leprosa seguramente deberá dar explicaciones por estas cuestiones, como así también si había gente armada en los parrilleros.