Uno de los tantos basurales que desde hace tiempo se produce en la zona sudoeste de la ciudad genera los problemas propios del caso pero además está trayendo controversia entre los vecinos. Se trata del depósito abierto de residuos que se formó en Seguí al 200 bis, donde según una denuncia que llegó al espacio Periodismo Ciudadano, a menudo se prende fuego y se inunda al barrio con un insoportable humo.
“Los vecinos del barrio, indignados ante tantos reclamos sin respuesta, proponen soluciones alternativas, ya que el basural generado por esta barriada humilde, donde la falta de solidaridad está a la orden del día y los vecinos no pueden practicar el poder de policía, genera disputas con quienes cotidianamente conviven”, relató Leonel, un usuario de Rosario3.com que dijo haber tenido contacto con los habitantes de la zona.
“Encienden fuego a este basural de grandes dimensiones que se mete en las viviendas de quienes tienen sus casas frente al mismo”, precisó. Y dijo que los vecinos proponen que sea la Guardia Urbana Municipal la encargada de resolver el problema, cumpliendo jornadas en el lugar no sólo para evitar que se sigan tirando deshechos sino para la “concientización y educación” de la gente del lugar.
“Y al termino del día –continúa con la idea– se llame, como sucede con los puntos verdes, a un camión cerrado y a una pala mecánica para la recolección de los residuos que ahí se acumulan”.
“Los vecinos del barrio, indignados ante tantos reclamos sin respuesta, proponen soluciones alternativas, ya que el basural generado por esta barriada humilde, donde la falta de solidaridad está a la orden del día y los vecinos no pueden practicar el poder de policía, genera disputas con quienes cotidianamente conviven”, relató Leonel, un usuario de Rosario3.com que dijo haber tenido contacto con los habitantes de la zona.
“Encienden fuego a este basural de grandes dimensiones que se mete en las viviendas de quienes tienen sus casas frente al mismo”, precisó. Y dijo que los vecinos proponen que sea la Guardia Urbana Municipal la encargada de resolver el problema, cumpliendo jornadas en el lugar no sólo para evitar que se sigan tirando deshechos sino para la “concientización y educación” de la gente del lugar.
“Y al termino del día –continúa con la idea– se llame, como sucede con los puntos verdes, a un camión cerrado y a una pala mecánica para la recolección de los residuos que ahí se acumulan”.


