La Facultad de Humanidades de la Universidad Nacional de La Plata está implementando un proyecto para optimizar la 'alfebetización científica' en escuelas de la región. Buscan que los alumnos alcancen niveles de conocimiento acordes con los parámetros establecidos por distintos organismos mundiales.
Se trata de profesores e investigadores del Departamento de Ciencias Exactas y Naturales de esa facultad que intentarán revertir el panorama actual que - según las pruebas PISA (el programa Internacional para Evaluación de Aprendizaje)- ubica a nuestro país hasta en el puesto 53 entre 65 evaluados.
Según los datos consignados en las ultimas pruebas Pisa -un estudio comparativo de evaluación, organizado y dirigido por la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico)- desarrollado en 65 países y cuyo propósito se concentra en evaluar en qué medida los jóvenes han adquirido los conocimientos y habilidades que son esenciales para su participación en la sociedad, la Argentina se ubicó en el puesto 53° en Lectura y comprensión de Textos; 52° en Matemática y 51° en Ciencia, por debajo de Chile, Uruguay y México.
Por eso, los investigadores de Humanidades de la UNLP decidieron formular un diagnóstico regional sobre la formación científica lograda por alumnos en el ámbito escolar, al finalizar la instrucción primaria y secundaria. Esta necesidad ha sido el motivador de este trabajo dirigido por la profesora Stella Maris Ramírez, que tiene por objeto indagar el grado de aproximación/distanciamiento de la formación científica efectivamente alcanzada por los alumnos con la esperable.
Se llevará a cabo en los próximos meses mediante sondeos basados en encuestas y entrevistas con alumnos de ambos niveles en varias escuelas de la región. Del análisis y caracterización de la información obtenida se pretende elaborar recomendaciones didácticas tendientes a la sistematización y optimización de conocimientos, habilidades y actitudes que favorezcan la alfabetización científica. Se intentará de este modo contribuir a mejorar y actualizar el marco teórico de este paradigma en el marco de una nueva agenda en la didáctica de las ciencias.
“Si bien no es fácil llegar a un acuerdo sobre cómo evaluar el nivel de conocimientos y las capacidades adquiridas por los alumnos, y probablemente no exista el instrumento o técnica que pueda resolver de manera universal esta compleja cuestión, queremos encontrar un método que nos permita medir y determinar un punto de partida y un objetivo. Así podremos analizar las desviaciones, fortalezas y debilidades que el proyecto presenta”, explicó Ramírez.
Otro punto preocupante para este equipo de la facultad de Humanidades resulta la comparación de los resultados obtenidos por nuestro país entre las pruebas de Lengua de 2000 y 2006: El desempeño de los alumnos argentinos en el ítem comprensión lectora marcó una caída del 10,6 por ciento, el mayor porcentaje de descenso entre los 36 países que forman parte de estas evaluaciones. En el otro extremo encontramos a Chile con un crecimiento del 7,9 por ciento.
El proyecto PISA, por su parte, constituye un compromiso de los países miembros de la OCDE para evaluar, en un marco internacional común, los resultados de sus sistemas educativos a través del rendimiento de los alumnos. Tanto por el elevado número de países participantes, miembros o no de la OCDE, como por la solidez de los marcos teóricos propuestos y el rigor de los análisis efectuados, el proyecto PISA se ha convertido en un instrumento de extraordinaria importancia para comparar los resultados obtenidos en los diferentes países y así orientar sus políticas educativas.
El sistema busca evaluar en qué medida los estudiantes han adquirido los conocimientos y habilidades que los capacitan para enfrentar los retos de la actual sociedad del conocimiento.
Mide la alfabetización en tres áreas o dominios: Lectura, matemáticas y ciencias. La alfabetización se entiende como la capacidad de los estudiantes para usar sus conocimientos en la comprensión del mundo que los rodea, solucionar problemas que éste mundo les plantea y conseguir – de este modo – sus metas.
PISA se aplica cada 3 años y en cada ciclo una de las 3 áreas evaluadas constituye el dominio principal, por lo que el 60 por ciento de la prueba corresponde a preguntas relativas a dicha área.
Fuente: UNLP